¿TRUCO O TRATO? Por María Sánchez
Con ésta pegadiza frase saludan los niños
americanos a vecinos y transeúntes. Recorren las calles vestidos con
disfraces que hacen alegoría a la muerte; vampiros, zombis y demás
seres de ultratumba. Van tocando de puerta en puerta para recibir
como regalo; caramelos, galletas y todas las golosinas o chuches que
son capaces de meter en sus bolsas.
Las casas se adornan con todo lo que pueda dar un toque lúgubre y
terrorífico; arañas, calaveras, tibia y peroné etc. Siendo, sin
duda, la calabaza la reina de todos los adornos. Después de haberla
vaciado de su pulpa le dan forma de cabeza humana poniendo en su
interior unas luces que dan un aspecto más pavoroso.
A sí es, a grandes rasgos, como celebran en Estados Unidos la noche
del 31 de Octubre (noche de los difuntos) Como otros tantos
modernismos americanos los españoles la hemos adoptado, del mismo
modo que adoptamos, a Papa Noel, las comidas rápidas; hamburguesas,
perritos o el sándwich, que para nosotros, fue siempre la tostada de
jamón y queso.
Influidos por todo lo que viene de fuera hemos dejado atrás muchas
de nuestras costumbres. Sin ir más lejos se ha relegado a un segundo
plano la costumbre que, por estas fechas, teníamos por nuestras
tierras canarias. Hablo por supuesto de los finaos aquellos que
celebrábamos en el patio o la azotea de casa.
Era una fiesta donde se reunían amigos y familia, que, entre cantos
de Isas, Folias y Seguirillas compartíamos las nueces, almendras,
higos pasados y alguna piña asada, si el lugar se prestaba para
hacer brasas. Todo era regado con buen vino, eso sí de la tierra, y
para las señoras la copita de anís del Mono, como mandan los
cánones.
Mucho me temo que de continuar adoptando tantas costumbres, sobre
todo americanas, dejemos de celebrar nuestra noche de Navidad por el
Día de Acción de Gracias, cambiando nuestra pata de cochino con
papas arrugadas, por el pavo relleno y el puré de “patatas” o la
compota de manzana.
Hoy, sin embargo, es triste ver como desde los colegios se les
inculcan a nuestros niños estas fiestas, que nada tienen que ver con
nuestras tradiciones, en detrimento de nuestra cultura y costumbres,
sobre todo las canarias.
Cuando veo esto me pregunto “¿Acaso en Estados Unidos celebran el
día de Canarias o la noche de reyes? Seguro que a los niños
estadounidenses no les han enseñado como se monta el Portal de
Belén o les hablan de los Reyes Magos.
Sin embargo nuestros niños celebraran el Hallowoeen acudiendo a
los colegios vestidos de vampiros y pequeñas brujas.
Del mismo modo, en las fechas Navideñas, en la mayoría de nuestros
comercios veremos a los dependientes vestidos con el típico traje
rojo del gordinflón o en su defecto el gorro con la borlita blanca.
Lo que me parece contradictorio y llega a ponerme de los nervios es
ver como DOS veces al año, por San Gregorio, en Telde y el día de
Canarias, tratan desde las consejerías de cultura y festejos, dar a
conocer a nuestros niños los juegos y costumbres canarias. Ese día
les muestran como se hace una cometa, se hecha el trompo o, como se
construye un coche de belguillas.
Cierto es que los
tiempos cambian y las modas mandan, que no podemos anclarnos en el
pasado. Pero, como dijo el filósofo Jorge Santayana “Aquellos que
no recuerdan su pasado, están condenados a repetirlo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario