miércoles, 31 de octubre de 2012

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS 2012

  TIEMPOS DE SANTIDAD
Hoy,miércoles, treinta y uno de octubre, nos preparamos para celebrar una fiesta muy singular: la fiesta de Todos los Santos. Esta fiesta no sé por qué, pero me da la impresión de que nos queda  como muy alta, vamos, como un zapato que no es de nuestro número.

 Es la fiesta de los que ya están en el cielo y en los tiempos que andamos parece que eso del cielo no es tema del que nos hemos de preocupar ante lo que estamos viviendo en nuestros barrios y en nuestras familias. Lo que está aquí abajo y cómo lo vive la gente es lo que nos debe procupar. En esta tierra nuestra, lo santo preocupa menos que la subsistencia diaria y el mañana, si es que el hoy no nos ha pillado con la sorpresa de vernos en la calle sin trabajo y sin posibilidades.
 Ando haciendome la pregunta  ¿qué clase de homilía debo hacer en las misas de este día?
  Acudo al texto del Evangelio propio de la fiesta: nos ofrece las Bienaventuranzas como paradigma de la vida cristiana. Enraizadas en lo cotidiano, en  lo doliente del hombre, siguen siendo tan actuales como cuando se pronunciaron.
Descubro que necesito leerlas despacio y dejarme preguntar por ellas sin miedo, porque me huelo que  lo del Reino de los Cielos que en ellas se propone, no anda como por su casa en lo cotidiano de mi fe, en mi seguimiento de Jesús.
Hoy, mas que nunca, es por ahí por donde debemos  caminar. Ellas son la prueba de nuestra fe, de si amamos de verdad a Jesús o no. Nos obligan a definirnos. Son un espejo que nos devuelve  nuestra verdadera imagen de cristianos, la real.
No es fácil hablar del cielo y de santidad cuando en la tierra el hombre está pasando penurias. Sin embargo, Jesús lo hizo y por tanto habra que dejarse enseñar por el Maestro si no queremos errar en el  tiro.
Feliz Santidad.  
     

No hay comentarios:

Publicar un comentario