LAS COSAS DE PADRE DIOS Y DE LOS HOMBRES

Celebramos en el día de hoy -12 -X- 12 -  una  serie de acontecimientos  que  me llevan a la reflexión y desde mi óptica de creyente  a reafirmarme una vez mas  en la certeza de que Dios sigue actuando en la historia que los hombres vamos escribiendo muchas veces entre dudas y sombras pero con empeño.

Cristobal Colon.

Me explico: tal día como hoy España descubre América por la fe y el tesón de un hombre ,Cristóbal Colon, que  lucho por lo que creía contra  la desidia y la incredulidad de los  de siempre. No cejó hasta ver conseguido su sueño. No solo se descubre América, sino que el hombre se entera por primera vez que el mar tenebroso tiene un camino que concluye en el punto desde donde se ha partido, es decir, el mundo es redondo y no plano, como se pensaba.
 Mucho tiempo antes de este magno acontecimiento la tradición nos cuenta que otro hombre, también cargado de ilusiones y venido de tierras lejanas, se siente desfallecer ante la indiferencia de aquellos  a quienes predica y habla del Evangelio.

Santiago recibe ánimos.

Santiago, el Apóstol, recibe ayuda, nada mas y nada menos que de la Santísima Virgen María, en el lugar de Zaragoza, la cual le deja un pilar como prueba  de la firmeza de la fe que provocara su predicación en tierras de la Hispania Ibérica. Hoy celebramos la Virgen del Pilar. Hoy celebramos la solicitud de la Virgen María por aquellos que, fieles a la palabra de su Hijo, se esfuerzan por hacer lo que el les dice.
.Pero hay mas, porque ya en nuestro doce de Octubre estamos celebrando el inicio del año de la fe, al que nos  ha convocado Benedicto XVI, con motivo del los cincuenta años de la apertura del Concilio Vaticano II  y veinte de la publicación del Catesismo de la Iglesia Católica.

Vaticano Segundo.

 Quiere ser respuesta, esta iniciativa, ante la debilidad de la fe de nuestra Europa dolida, desorientada, que ha perdido el camino, que sufre los embates de una economía egoísta y  que lleva parejo el sufrimiento de los mas pobres y humildes. Quiere, desde la recuperación  y la frescura de la fe, ahora empañada y casi olvidada, abrir una puerta a la esperanza, alumbrar oscuridades, devolver al hombre su dignidad, sosteniéndole en su debilidad y poniéndole de pie en un mundo que el mismo y con harta frecuencia, por diversas causas, todas impregnadas de un egoísmo inconsciente, ha ido rompiendo y deteriorando.
Todo ello me empuja al ánimo y a imbricar fe, esfuerzo y esperanza, 
a no cejar en el empeño y en la ilusión, a estar atentos a los caminos nuevos  por los que el Señor nos llama, a preparar mis sandalias y mi bastón, porque aunque el camino es largo y desconocido, nos llevará a la meta de la comunión, de lo novedoso del  tan antiguo y siempre renovado actuar de Dios en la historia, para que  el hombre sea feliz. Pero ahora... Ahora nos toca ponernos en camino.