ESA LUZ QUE ES MAS QUE EL SOL
El Cuarto Domingo de Cuaresma es conocido como el domingo " Laetare" porque en el se nos invita a la alegría, ya la mitad del camino para llegar a la Pascua está recorrido y la esperanza se va vislumbrando con mas nitidez.Vayamos ahora al texto de esta semana que es todo el capítulo nueve del evangelio de San Juan y en donde se nos relata la curación por parte de Jesús de un ciego de nacimiento.
El texto está muy elaborado y a San Juan no se le escapa detalle para dejar bien claro una serie de cosas que a lo largo de todo su evangelio está diciendo. Jesús es la luz y por tanto el que puede dar la luz, Jesús es el Hijo de Dios- Dios mismo creador: La Palabra que vino a nosotros, Palabra capaz de no solo crear, sino de re-crearlo todo. Estaba junto al Padre nos dice en el prólogo de su evangelio.
Su actuación en el mundo es capaz de provocar el desconcierto, la admiración y la fe en el corazón de los hombres.
Esa forma tan cercana de mostrarse, tan humana de sentir y tan libre a la hora de actuar muestran un Dios que no guarda rencor y que siempre tiende la mano. Jesús actúa como al inicio de los tiempo, cuando la creación. Estaba junto a Dios, era Dios. La Palabra por la que todo ha venido a la existencia, a la luz. Con su actuar El hombre es devuelto a la luz.
Ante lo acontecido, la curación del ciego de nacimiento, los hombres se escandalizan porque Jesús obvia la causa de la enfermedad que según ellos es lo que ha ofendido a Dios y por lo que ese hombre anda sin luz. Para Jesús lo importante es el hombre no la causa que lo hombres intentan encontrar en el pecado, ofensa a Dios. Al hombre hay que curarle, sanarle y si al hombre hay que sanarle lo de menos es lo que los testigos puedan pensar : "usurpa" el lugar de Dios.El quiere y puede curar, devolverle la vista junto con la alegría de vivir y lo hace, porque lo que le importa, lo que le interesa es la felicidad del hombre, su plenitud y si en este caso es devolverle la vista, que pueda ver, que pueda verlo todo, que pueda contemplar, lo hace y le deja en total libertad, como al principio y ya después, mas tarde, vendrá el encuentro, el reconocimiento, la aceptación, pero desde el agradecimiento y el deseo del encuentro y la libertad de hacerlo: " ¿Quién es para que crea en el? "
A tener presente que la experiencia de sanación es tan fuerte y tan real que nada ni nadie es capaz de robarle lo que ha experimentado. Eso le hace fuerte ante las amenazas de ser excluido de la comunidad pero a su vez, esa resistencia le abre la puerta a una nueva relación en donde no se siente ni excluido ni prisionero ni forzado y en donde es aceptado tal y como es, se siente recuperado.¡¡ Feliz día del Señor¡¡
José Rodríguez Díaz