sábado, 18 de marzo de 2023

LA PALABRA DEL DOMINGO. DOMINGO CUARTO DE CUARESMA. CICLO A. DOMINGO "LAETARE"

ESA LUZ QUE  ES MAS QUE EL  SOL

  El Cuarto Domingo de Cuaresma es conocido como el domingo " Laetare" porque en el se nos invita  a la alegría, ya la mitad del camino  para llegar a la Pascua está recorrido  y la esperanza se va vislumbrando con mas nitidez.

Vayamos ahora al texto de esta semana que  es todo el capítulo nueve  del evangelio de San Juan y en donde se nos relata la curación por parte de Jesús de un ciego de nacimiento.

El texto está muy elaborado  y a San Juan no se le escapa detalle para  dejar bien claro  una serie de cosas que a lo largo de todo su evangelio  está  diciendo. Jesús es la  luz y por tanto el que puede dar la luz, Jesús es el Hijo de Dios- Dios mismo creador:  La Palabra que  vino a nosotros, Palabra   capaz de  no solo crear, sino de re-crearlo todo. Estaba junto al Padre nos dice en el prólogo de su evangelio.

 Su actuación en el mundo es capaz  de provocar  el desconcierto, la admiración y la fe en el corazón de los hombres.

Esa forma tan cercana de mostrarse, tan humana de  sentir  y tan libre a la hora de actuar muestran un Dios que no guarda rencor y que  siempre tiende la mano. Jesús actúa como al inicio de los tiempo, cuando la creación. Estaba junto a Dios, era Dios. La Palabra por la que todo ha venido a la existencia, a la luz. Con su actuar  El hombre es devuelto a la luz.

Ante lo acontecido, la curación del ciego de nacimiento, los hombres se escandalizan porque Jesús  obvia la causa de la enfermedad que según ellos es  lo que ha ofendido a Dios y por lo que ese hombre  anda  sin luz. Para Jesús lo importante  es el hombre no  la causa  que lo hombres intentan encontrar en el pecado, ofensa a Dios. Al hombre hay que curarle, sanarle y si al hombre hay que sanarle  lo de menos es  lo que  los testigos puedan pensar : "usurpa"  el lugar de Dios.

El quiere y  puede  curar, devolverle la vista junto con la alegría de vivir  y lo hace, porque lo que le importa, lo que le interesa es la felicidad del hombre, su  plenitud y si en este caso es devolverle la vista, que pueda ver, que pueda verlo todo, que pueda contemplar, lo hace y le deja en total libertad, como al principio y ya después, mas tarde, vendrá el encuentro, el reconocimiento, la  aceptación, pero desde el  agradecimiento y el deseo del encuentro y la libertad de hacerlo: " ¿Quién es para  que crea en el? " 

A tener presente que la experiencia de sanación  es tan fuerte y tan real que  nada ni nadie es capaz de  robarle lo que ha experimentado. Eso le hace fuerte ante las amenazas de ser  excluido de la comunidad pero a su vez, esa resistencia le  abre la puerta a  una  nueva relación  en donde no se siente ni excluido  ni   prisionero ni  forzado y en donde es aceptado tal y como es, se siente recuperado.

¡¡ Feliz día del Señor¡¡

José Rodríguez Díaz



 



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