EL INOCENTE AGREDIDO.
Llegamos al colofón de la cuaresma con esta semana que iniciamos la cual llamamos Semana Santa porque en ella traemos al presente y nos solidarizamos, con la entrega de Jesús y a su vez con la fuerza del Padre que le resucita de entre los muertos para nuestra Salvación.
Pero antes hay que vivir esta semana junto al testigo fiel que no se quebró a la hora de su testimonio en esa batalla que libra contra el mal, que nos alcanza la salvación y la certeza de nosotros también poder vencer el mal con el bien y así su testimonio, su entrega y su resurrección son también nuestros.
Después de todo lo que hemos vivido y sufrido no nos vendrá mal mirar la Cruz de Cristo y, como aquel buen hombre que moría junto a El, pedirle que se acuerde de nosotros y sobre todo y de modo especial, de los que sufren, de los que huyen, de los que se quedan sin hogar , de los que lo pierden todo hasta el simple derecho de llorar o sonreír, los que lo estan pasando mal y no encuentran salida.
La esperanza de saber que el señor escucha nuestras plegarias, la certeza de su perdón y misericordia, debe animarnos a seguir adelante, a esforzarnos por hacer el bien, a alentar a los débiles, a socorrer a los necesitados.
Este es un tiempo de gracia en donde el Señor se nos regala y muestra su fuerza, pero también es tiempo de esfuerzo y sinceridad por nuestra parte, es tiempo de construir y derribar muros que separan, que hacen dificultosa la convivencia. Es el tiempo de gracia del Señor.¡¡Feliz Domingo de Ramos en el Señor!!
José Rodríguez Díaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario