MONICIÓN DE ENTRADA.
El Espíritu Santo del Padre y del Hijo ha sido derramado sobre el mundo y nuestros corazones. Celebremos con mucho gozo y alegría esta Eucaristía e invoquémosle con todo nuestro corazón y confianza. El viene y se queda para acompañarnos y dar sentido nuevo a nuestra existencia.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA.
( Act. 2,1-11)
Vamos a escuchar el relato de Pentecostés que se encuentra en los Hechos de los Apóstoles. En el, San Lucas, nos recuerda que el Espíritu Santo es capaz y puede transformar el mundo entero.
SALMO RESPONSORIAL ( Sal. 103) " Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra."
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
( Gal. 5,16-25)
San Pablo nos recuerda que con la fuerza del Espíritu Santo en nosotros somos capaces de vencer el mal y hacer el bien en todo momento.
MONICIÓN AL EVANGELIO
( Jun. 15,26 - 27;16,12-15)
Hoy podemos decir que la promesa de Jesús ha encontrado cumplimiento. El Espíritu Santo viene en favor nuestro y desde ya será el compañero inseparable que nos sostendrá en la batalla de cada día. Abramos nuestro corazón a su presencia.
ORACIÓN DE LOS FIELES. Haciendo una breve pausa entre cada oración.
SE RESPONDE : " ¡¡Ven Espíritu Santo y renueva la faz de la tierra!!
1.- Oremos por el Papa y toda la Iglesia, para que con la fuerza del Espíritu Santo se renueve, convierta y anuncie con alegría la fuerza del amor de Dios para todos. R
2.- Oremos por los enfermos, los que están sufriendo calamidades, hambre, sed, abandono. Los que viven lejos de su familia, los que no tienen casa ni trabajo R
3.- Oremos por todos los niños del mundo que son maltratados, por los ancianos abandonados, los jóvenes , las familias que tienen dificultades, los inmigrantes, los que dirigen la sociedad, los que están tristes, los que no creen en Dios porque la vida les ha maltratado... R
4.- Oremos por todos nosotros y nuestra parroquia, para que no desfallezcamos en la misión que el Señor nos ha encomendado de ser sus testigos hoy y aquí. R
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