jueves, 10 de septiembre de 2020

MONICIONES PARA EL DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A.



MONICIÓN DE ENTRADA.

Nos reunimos,  un fin de semana más,  en busca de la presencia del Señor que nos invita una y otra vez a  dejar que nuestro corazón descubra su amor, su perdón y su misericordia , para nosotros aprender a hacer lo mismo con los hermanos. Dejemos que nuestra vida vaya girando entorno a su palabra y crezca en su amor.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA 
 ( Ecl.  27,33-28,9 9 )
 El libro del Eclesiástico  nos dice que no podemos vivir con un corazón endurecido ante el hermano cuando  comete una falta contra nosotros. Nada de rencor, odio o venganza. Hemos de recordar la alianza del Señor y perdonar.

SALMO RESPONSORIAL ( Sal.  102)
 " El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad"

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA 
( Rom. 14,7-9)
Pablo nos recuerda que  somos del Señor, que ya no nos pertenecemos, que en la vida y en la muerte, nos dice,  somos del Señor por su misma muerte y resurrección. Jesús es Señor de vivos y muertos.

MONICIÓN AL EVANGELIO. ( Mt.  18, 21-35)
Ante el deseo  de Pedro de poner media y límite al perdón que se ha de conceder a los hermanos, la respuesta que recibe de Jesús es que no puede haber limite porque la medida esta en nosotros mismos: como queremos que hagan con nosotros, así debemos hacer con los demás.


ORACIÓN DE LOS FIELES.
 1.- Oremos  al Señor, por la Iglesia, por el Papa y  todos los obispos, para que sepan  ser dispensadores de la misericordia de Dios en todo momento. R

2.- Oremos también  por nosotros, nuestra familia, los amigos y todas las personas con quienes nos relacionamos, para que siempre reine la paz y la concordia en nombre de Jesús.R

3.- Oremos por  todos los que buscan salida  a la situación que nos está tocando vivir, para que  se dejen iluminar por el Espíritu Santo y acierten en las medidas que se han de llevar a cabo.R

4.-Invoquemos la misericordia del Señor para los pueblos menos favorecidos, que puedan  salir adelante de las situaciones de muerte y dolor que todos estamos viviendo pero que a ellos les afecta más.R.

5.- Oremos también para que el perdón a los demás  cuando nos hacen  daño, sea una constante en nuestra vida y sepamos ofrecerlo generosamente.R

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