SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA . CICLO A.
Mt. 17, 1-9 LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR
NO ESTAMOS SOLOS.
El texto del evangelio de este domingo nos presenta a Jesús posibilitando a los discípulos tener una experiencia única tanto suya como del Padre. La transfiguración de Jesús no es ni mas ni menos que un anticipo de lo que será la Resurrección. El Padre confirma con su voz lo que el viene diciendo a los suyos y lo que va a significar su muerte.
Interesante darnos cuenta de que de nuevo el Padre lo reconoce como Hijo amado y predilecto a quien se ha de escuchar. La tentación viene de parte de Pedro que quiere quedarse donde están lo cual supondría no llevar a cabo la misión, el continuar con el anuncio del Reino para todos los hombres y que pasa por Jerusalén y lo que todo ello significa.
De nuevo Jesús invita a ponerse en camino, sin miedo: " levantaos, no temáis" les dice.
Nos quedamos con el " escucharle ". Escuchar a Jesús es hoy , siempre lo ha sido, primordial para los que quieren seguirlo tanto en aquel momento como en los nuestro y donde el hombre sigue estando necesitado de la experiencia de amor y de entrega del Padre..., en donde el hombre necesita sentirse amado y querido.. en donde el hombre pueda encontrar la luz en las oscuridades de la vida..., en done el hombre aprenda a confiar y esperar contra toda esperanza...
Y hay que escucharle, tenemos que escucharle si queremos que nuestro ser iglesia, nuestro ser de los suyos, adquiera sentido y razón de ser. La iglesia no puede ser , no se puede entender, si no se deja enseñar, si no esta dispuesta a seguir a su Señor y Maestro, si no se deja educar en el amor generoso y la entrega desinteresada. Por ahí andan las Bienaventuranzas, por ahí va el Padre nuestro , por ahí va aquello de la Ultima Cena de amarnos como El mismo nos ama...
Jesús sabe de sobra todo lo que ello significa y sabe que llega a producir cierto vértigo en los suyos, el sabe de todo eso y por eso lo de no tengan miedo... Hay que ponerse en camino , es andando como se pueden superar las dificultades, es poniéndose en camino como se va descubriendo la realidad de un Dios Padre atento e implicado en la vida y en la historia de los hombres, complicado en el dolor y el sufrimiento del mundo... y es ahí en donde nosotros, débiles y a veces rotos, descubrimos cómo nos cuida y restaura, descubrimos como va alcanzando cumplimiento aquello que rezábamos en el salmo del domingo pasado diciendo: " devuélvenos la alegría de Tu salvación " y pedíamos que nos afianzara "con espíritu generoso"
Bajar de la montaña, salir de nuestras seguridades, ponerse en camino, estar junto a, al lado de, sufrir con... Y sentir la alegría de saber que nada esta perdido, que El camina junto a nosotros, protegiendo y guardándonos en y con su amor entregado.
¡¡¡Feliz Segundo Domingo de Cuaresma!!
Mt. 17, 1-9 LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR
NO ESTAMOS SOLOS.
El texto del evangelio de este domingo nos presenta a Jesús posibilitando a los discípulos tener una experiencia única tanto suya como del Padre. La transfiguración de Jesús no es ni mas ni menos que un anticipo de lo que será la Resurrección. El Padre confirma con su voz lo que el viene diciendo a los suyos y lo que va a significar su muerte.
Interesante darnos cuenta de que de nuevo el Padre lo reconoce como Hijo amado y predilecto a quien se ha de escuchar. La tentación viene de parte de Pedro que quiere quedarse donde están lo cual supondría no llevar a cabo la misión, el continuar con el anuncio del Reino para todos los hombres y que pasa por Jerusalén y lo que todo ello significa.
De nuevo Jesús invita a ponerse en camino, sin miedo: " levantaos, no temáis" les dice.
Nos quedamos con el " escucharle ". Escuchar a Jesús es hoy , siempre lo ha sido, primordial para los que quieren seguirlo tanto en aquel momento como en los nuestro y donde el hombre sigue estando necesitado de la experiencia de amor y de entrega del Padre..., en donde el hombre necesita sentirse amado y querido.. en donde el hombre pueda encontrar la luz en las oscuridades de la vida..., en done el hombre aprenda a confiar y esperar contra toda esperanza...
Y hay que escucharle, tenemos que escucharle si queremos que nuestro ser iglesia, nuestro ser de los suyos, adquiera sentido y razón de ser. La iglesia no puede ser , no se puede entender, si no se deja enseñar, si no esta dispuesta a seguir a su Señor y Maestro, si no se deja educar en el amor generoso y la entrega desinteresada. Por ahí andan las Bienaventuranzas, por ahí va el Padre nuestro , por ahí va aquello de la Ultima Cena de amarnos como El mismo nos ama...
Jesús sabe de sobra todo lo que ello significa y sabe que llega a producir cierto vértigo en los suyos, el sabe de todo eso y por eso lo de no tengan miedo... Hay que ponerse en camino , es andando como se pueden superar las dificultades, es poniéndose en camino como se va descubriendo la realidad de un Dios Padre atento e implicado en la vida y en la historia de los hombres, complicado en el dolor y el sufrimiento del mundo... y es ahí en donde nosotros, débiles y a veces rotos, descubrimos cómo nos cuida y restaura, descubrimos como va alcanzando cumplimiento aquello que rezábamos en el salmo del domingo pasado diciendo: " devuélvenos la alegría de Tu salvación " y pedíamos que nos afianzara "con espíritu generoso"
Bajar de la montaña, salir de nuestras seguridades, ponerse en camino, estar junto a, al lado de, sufrir con... Y sentir la alegría de saber que nada esta perdido, que El camina junto a nosotros, protegiendo y guardándonos en y con su amor entregado.
¡¡¡Feliz Segundo Domingo de Cuaresma!!
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