martes, 24 de marzo de 2020

DÉJAME TOCAR


Por el pan que he bendecido, 
por el agua con que he bautizado, 
por el oleo con el que he ungido, 
y la palabra que he predicado.
Por el sí que un día  te dí,
por las lágrimas que  he llorado, 
por las horas que he compartido 
y las penas que he mitigado.
Por las alegrías que he vivido
y las canciones que tu me has dado,
por librarme de mis egoísmos,
por los sueños con que he soñado.
Por esta presencia tan cierta,
Buen Pastor  resucitado,
déjame  tocar, aunque solo sea una vez,
la herida de tu costado.
José  Rodríguez  Díaz


No hay comentarios:

Publicar un comentario