EL DELEITE DE TU VERA.
Quien alumbrando te espera
de noche y al viento frío
sabe de amor.
La vigilia es pasajera,
la alborada es como un río:
sutil clamor.
Y sobra toda lámpara.
Y sobran los tiernos avisos.
Ha llegado,
rebosando mi cántara
con perfumes de narcisos,
el amado.
Quién pudiera encarcelarte,
ser prisionero contigo.
Por ti muero.
Tenerte, nunca dejarte
como pobreza y mendigo,
eso quiero.
No habrá tristeza más grande
si se consume mi aceite
en la espera.
Y si ya mi llama no arde
no me prives del deleite
de tu vera.
José Rodríguez Díaz
Quien alumbrando te espera
de noche y al viento frío
sabe de amor.
La vigilia es pasajera,
la alborada es como un río:
sutil clamor.
Y sobra toda lámpara.
Y sobran los tiernos avisos.
Ha llegado,
rebosando mi cántara
con perfumes de narcisos,
el amado.
Quién pudiera encarcelarte,
ser prisionero contigo.
Por ti muero.
Tenerte, nunca dejarte
como pobreza y mendigo,
eso quiero.
No habrá tristeza más grande
si se consume mi aceite
en la espera.
Y si ya mi llama no arde
no me prives del deleite
de tu vera.
José Rodríguez Díaz
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