SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
SOLEMNIDAD.
CICLO C.
UNA FIESTA PARA APRENDER SOLIDARIDAD.
El texto del evangelio de este domingo ( Luc. 9,11b-17) en el que celebramos, reconocemos y adoramos la presencia real de Cristo en la Eucaristía, es un anticipo de esta fiesta que nos reúne estos días. En dicho texto descubrimos su preocupación de Jesús por la necesidad de alimento que viven los que le siguen.
Este acontecimiento que nos relata Lucas lo concreta Jesús dándole categoría de definitivo y para siempre en la Cena del Jueves Santo. Lo que Lucas nos relata es, por tanto, anticipo de lo que hoy tenemos, celebramos y guardamos con tanto cariño.
Ahora es Jesús el alimento, el que se entrega y se da a la iglesia de forma permanente, para que tengamos vida.
Santo Tomas, hablando de la Eucaristía nos dice. " no existe sacramento alguno mas saludable que éste, ya que en el se purifican los pecados, se acrecientan las virtudes, y la mente queda ungida de todos los espirituales carismas . En la iglesia se ofrece por vivos y muertos, para que a todos aproveche, ya que por la salvación de todos fue instituido."
Teniendo, sabiendo y viviendo todo esto, no nos queda mas que dar gracias por esta presencia real y salvadora de Cristo oculto en la humildad del pan y el vino.
Celebrar, honrar, venerar su presencia en la Eucaristía es reconocer su amor para con todos. El sigue estando ahí, día tras día, provocando el encuentro para que tengamos vida y vida en abundancia, según sus palabras. A su vez esta entrega suya debe motivarnos y tener muy presente a los otros, de forma especial, a los mas necesitados.
Por tanto, este sacramento posibilita dos momentos de encuentro, encuentro con el Señor, encuentro con el otro. Va a ser el mismo Señor el que apunta a ello y que en el fondo los unifica cuando dice que lo que le hagamos a uno de estos necesitados a el se lo hacemos. La única y mejor forma de manifestar nuestro estar, de nuestro amar al Señor, es amando a su criatura por la que El entrego y sigue entregando su vida... Es así como el amor de Dios, la entrega de Dios en el Hijo amado, halla en nosotros profundidad y plenitud realizando la salvación, porque estamos en El y por El vivimos y hacemos.
La Eucaristía, por consiguiente no se reduce al altar y a un tiempo mas o menos largo o al sagrario, no, hay algo mas que va mas halla de todo ello y que podemos concretar en términos generales como el sacramento de la solidaridad. La Eucaristía es sacramento de acercamiento, de encuentro solidario
¡¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!!
SOLEMNIDAD.
CICLO C.
UNA FIESTA PARA APRENDER SOLIDARIDAD.
El texto del evangelio de este domingo ( Luc. 9,11b-17) en el que celebramos, reconocemos y adoramos la presencia real de Cristo en la Eucaristía, es un anticipo de esta fiesta que nos reúne estos días. En dicho texto descubrimos su preocupación de Jesús por la necesidad de alimento que viven los que le siguen.
Este acontecimiento que nos relata Lucas lo concreta Jesús dándole categoría de definitivo y para siempre en la Cena del Jueves Santo. Lo que Lucas nos relata es, por tanto, anticipo de lo que hoy tenemos, celebramos y guardamos con tanto cariño.
Ahora es Jesús el alimento, el que se entrega y se da a la iglesia de forma permanente, para que tengamos vida.
Santo Tomas, hablando de la Eucaristía nos dice. " no existe sacramento alguno mas saludable que éste, ya que en el se purifican los pecados, se acrecientan las virtudes, y la mente queda ungida de todos los espirituales carismas . En la iglesia se ofrece por vivos y muertos, para que a todos aproveche, ya que por la salvación de todos fue instituido."
Teniendo, sabiendo y viviendo todo esto, no nos queda mas que dar gracias por esta presencia real y salvadora de Cristo oculto en la humildad del pan y el vino.
Celebrar, honrar, venerar su presencia en la Eucaristía es reconocer su amor para con todos. El sigue estando ahí, día tras día, provocando el encuentro para que tengamos vida y vida en abundancia, según sus palabras. A su vez esta entrega suya debe motivarnos y tener muy presente a los otros, de forma especial, a los mas necesitados.
Por tanto, este sacramento posibilita dos momentos de encuentro, encuentro con el Señor, encuentro con el otro. Va a ser el mismo Señor el que apunta a ello y que en el fondo los unifica cuando dice que lo que le hagamos a uno de estos necesitados a el se lo hacemos. La única y mejor forma de manifestar nuestro estar, de nuestro amar al Señor, es amando a su criatura por la que El entrego y sigue entregando su vida... Es así como el amor de Dios, la entrega de Dios en el Hijo amado, halla en nosotros profundidad y plenitud realizando la salvación, porque estamos en El y por El vivimos y hacemos.
La Eucaristía, por consiguiente no se reduce al altar y a un tiempo mas o menos largo o al sagrario, no, hay algo mas que va mas halla de todo ello y que podemos concretar en términos generales como el sacramento de la solidaridad. La Eucaristía es sacramento de acercamiento, de encuentro solidario
¡¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!!
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