MONICIONES PARA EL DOMINGO SIETE DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C.

MONICIÓN DE ENTRADA.

 Este domingo no solo somos invitados a escuchar la Palabra de Dios, sino también a  cumplirla  haciéndola parte de nuestro comportamiento y nuestras decisiones. La Palabra  es la luz que nos ha de conducir por el camino. Escuchar a Jesús es querer estar cada día mas cerca de El y es entonces  cuando el Espíritu actúa y renueva nuestro corazón, nuestra vida.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA ( 1º  de Sam.)

Ante la  indefensa del adversario el rey David  no acepta la propuesta de aprovecharse de la situación  tomando venganza e impartiendo justicia por su cuenta, sino que respeta la vida de su enemigo y eso le hace digno de elogio. Escuchemos.

SALMO RESPONSORIAL ( Sal. 102)

 " El Señor es compasivo y misericordioso" 

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA 

( Cor.  15,45-49)

San Pablo nos recuerda que nuestro futuro está mas allá de lo terrenal pues, nos dice que

 " nosotros que somos imagen del hombre terreno , seremos también  imagen del hombre celestial" 

MONICIÓN AL EVANGELIO (  Luc.  6,27-38)

Es la Palabra del mismo Jesús la que nos invita a invertir las pautas de comportamiento, desde El y con El hemos de  hacer el bien en todo momento y no dejarnos llevar  por la venganza o el rencor siendo compasivos como el Padre es compasivo.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

1.-Oremos hermanos  por el papa Francisco, para que siempre sienta la cercanía y la protección del Señor en su  vida y en su ministerio de servicio. R

2.- Oremos  por toda la Iglesia, para que se sienta fortalecida  con la fuerza del Espíritu y llevada por la compasión sea mensajera de la buena noticia del perdón. R

3.- Oremos por todos nosotros, para que oyendo  las palabras del Señor nos animemos a caminar por la senda de la cercanía y el amor de Dios que siempre perdona. R

4.- Oremos también por todos los que se sienten marginados en la sociedad, por los inmigrantes, por los que no tienen trabajo, por los enfermos  y quienes les cuidan y por todos los que  se sienten dolidos u ofendidos  por nuestro comportamiento como iglesia. R.