viernes, 2 de noviembre de 2018

MONICIONES PARA EL DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B.

MONICIÓN DE ENTRADA.
 En el caminar que supone nuestra fe  vamos descubriendo poco a poco donde esta lo esencial, el meollo. No es suficiente decir que somos creyente.El evangelio de este domingo nos  recuerda: amar a Dios, pasa ineludiblemente por amar al prójimo. Ese es  el camino que hemos de  hacer. Eso es lo que le dice Jesús  al letrado que le pregunta.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
 ( Deut. 6,2-6)
Escuchar el mandato, ponerlo por obra, enseñarlo, recordarlo, repetirlo... son todos verbos que significan una actitud, una  forma y estilo de vida que ya en el Antiguo Testamento se pide a los  creyentes y que hoy sigue siendo actual y necesario.

SALMO RESPONSORIAL ( Sal. 17) : "Yo te amos, Señor, tu eres mi fortaleza."

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA ( (Hebr. 7,23-28 )
Jesús es el eterno sacerdote que  se ofrece por nosotros, santo, inocente, sin mancha...El  posee el sacerdocio que no pasa, nos dice la carta a los Hebreos, de ahí que pueda salvar definitivamente. 


MONICIÓN AL EVANGELIO ( Marc. 12,28-34)
El segundo mandamiento que nos habla del amor al prójimo es semejante al primero  que nos invita a poner nuestro corazón el Dios. En ellos se encierra la grandeza y la sencillez de nuestra fe y nuestro obrar.

ORACIÓN DE LOS FIELES.
1.- Oremos hermanos  por el Papa Francisco, por todos los obispos, sacerdotes y diáconos, que han de entregar su vida a la iglesia, para que nunca les falte la gracia y la fuerza del Señor. R.

2.- Oremos por los que dedican su vida al servicio de los necesitados, para que encuentren en el mandato del Señor, la gracia y la fuerza que les ha de sostener en este servicio.

3.- Oremos también por los que  entregan su tiempo al anuncio y enseñanza de la palabra, para que esa misma palabra sea fortaleza en lo duro de la misión. R

4.- Invoquemos la gracia del Señor para los que  tienen el ministerio de la liturgia, de la administración de la Eucaristía a los enfermos, de la acogida y el consuelo. R.

5.- Oremos también por todos nuestros difuntos y  bienhechores de la parroquia, para que el Señor  les guarde en el lugar de la luz y de la paz. R.




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