AL HILO DE LA PROGRAMACIÓN DE SEGUIMIENTO DEL PDP. SEGUNDO TRIMESTRE.
Tuvimos el encuentro en la Vicaría de la Zona Alta de la Ciudad el jueves pasado en virtud de la cita que se nos hizo, con un programa de preguntas que llegó a nuestros manos y a las que había que responder y en donde se nos preguntaba qué estábamos haciendo con respecto al objetivo de este año que se centra en la misión.
Las preguntas eran propicias para que sucediera lo que sucedió y es que cada parroquia se dedicó a contar lo que hacía y por lo dicho, todos estamos en el tema, no dejo de resultar pesado, monótono y sin ninguna novedad, cada cual por boca de su arcipreste fue contando - y perdón por la expresión- sus batallitas parroquiales que en el fondo nos están diciendo que todo el mundo está implicado en el tema, y si no todos, la gran mayoría, pero creo que eso no es suficiente. Creo que la preocupación de la coordinadora del proyecto no puede estar centrada en ver o saber solamente que es lo que se está haciendo, hay otras cosas tan o mas importantes que esa.
Quede con mal sabor de boca por el desarrollo del encuentro, porque, aparte de ver que todos estamos interesados en el tema y trabajamos en ello, no se dijo nada mas.
Pienso y así lo manifesté al final del encuentro, que ese tipo de preguntas que llevan al recuento de lo que se hace, hay que evitarlas porque termina uno con la sensación de que lo que importa es el número de lo que se hace- no pongo en duda la buena intención de los que lo hacen- y no, por donde y desde donde se hacen y las dificultades que se están teniendo que superar. Yo propongo que la cuestión en los próximos encuentros vaya por otra linea y que sería la de interesarnos por los problemas que se están viviendo en cada una de las parroquias: a nivel de los agentes de pastoral, en donde incluyo al sacerdote, a nivel de comunidad cristiana, que acude a celebraciones y Eucaristías semanales y a nivel de parroquia en general y de Arciprestazgo. Preguntarnos: ¿ Qué problemas estamos encontrando? , ¿Qué entendemos por parroquia misionera? , ¿Cuales son las resistencias que encontramos tanto a nivel personal como de grupo de agentes y de parroquia? ¿Qué dificultades nuevas surgen? ¿ Tenemos claro qué se entiende por parroquia misionera y cuales son las herramientas que tenemos para iniciar una nueva forma de anunciar la Buena Noticia...? Como ven, un montón de preguntas que parecen no son importantes y creo que deben ser la clave, mas que un recuento de lo que se ha hecho, hacemos o pensamos hacer. Se trata, no de recontar, sino de animarnos a seguir, de tomar el pulso de los que están en el empeño y salir al paso, dar o encontrar pistas que ayuden a encontrar respuesta a los interrogantes que se nos plantean.
Jesús antes de enviar a los discípulos a la misión. (Mt.28.) estuvo con ellos tres años y nosotros parece que queremos en un año dar por hecho un tema que significa toda una nueva forma de entender, asumir y llevar a cabo la misión, la Nueva Evangelización
No estoy en contra de que compartamos lo que se hace, pero creo que sería mas provechoso que nos interesáramos mas por las dificultades hacia dentro y hacia fuera que en la vida parroquial se están viviendo, cómo se están viviendo y cómo intentamos solucionarlas, antes de lanzarnos ha hacer cosas y cantar victorias. Hay que asumir nuevas formas, un nuevo estilo de anunciar y vivir la parroquia, hay que despojarse de lo rutinario y de métodos que para otros tiempos fueron validos y que hoy no lo son y, eso, no es fácil. Para todo eso y mas, creo que deberían ser estos encuentro de revisión y no para contar lo que hacemos que, a veces, no deja de ser una forma airosa, pero falsa, de salir del paso.
José Rodríguez Díaz. Párroco.
Tuvimos el encuentro en la Vicaría de la Zona Alta de la Ciudad el jueves pasado en virtud de la cita que se nos hizo, con un programa de preguntas que llegó a nuestros manos y a las que había que responder y en donde se nos preguntaba qué estábamos haciendo con respecto al objetivo de este año que se centra en la misión.
Las preguntas eran propicias para que sucediera lo que sucedió y es que cada parroquia se dedicó a contar lo que hacía y por lo dicho, todos estamos en el tema, no dejo de resultar pesado, monótono y sin ninguna novedad, cada cual por boca de su arcipreste fue contando - y perdón por la expresión- sus batallitas parroquiales que en el fondo nos están diciendo que todo el mundo está implicado en el tema, y si no todos, la gran mayoría, pero creo que eso no es suficiente. Creo que la preocupación de la coordinadora del proyecto no puede estar centrada en ver o saber solamente que es lo que se está haciendo, hay otras cosas tan o mas importantes que esa.
Quede con mal sabor de boca por el desarrollo del encuentro, porque, aparte de ver que todos estamos interesados en el tema y trabajamos en ello, no se dijo nada mas.
Pienso y así lo manifesté al final del encuentro, que ese tipo de preguntas que llevan al recuento de lo que se hace, hay que evitarlas porque termina uno con la sensación de que lo que importa es el número de lo que se hace- no pongo en duda la buena intención de los que lo hacen- y no, por donde y desde donde se hacen y las dificultades que se están teniendo que superar. Yo propongo que la cuestión en los próximos encuentros vaya por otra linea y que sería la de interesarnos por los problemas que se están viviendo en cada una de las parroquias: a nivel de los agentes de pastoral, en donde incluyo al sacerdote, a nivel de comunidad cristiana, que acude a celebraciones y Eucaristías semanales y a nivel de parroquia en general y de Arciprestazgo. Preguntarnos: ¿ Qué problemas estamos encontrando? , ¿Qué entendemos por parroquia misionera? , ¿Cuales son las resistencias que encontramos tanto a nivel personal como de grupo de agentes y de parroquia? ¿Qué dificultades nuevas surgen? ¿ Tenemos claro qué se entiende por parroquia misionera y cuales son las herramientas que tenemos para iniciar una nueva forma de anunciar la Buena Noticia...? Como ven, un montón de preguntas que parecen no son importantes y creo que deben ser la clave, mas que un recuento de lo que se ha hecho, hacemos o pensamos hacer. Se trata, no de recontar, sino de animarnos a seguir, de tomar el pulso de los que están en el empeño y salir al paso, dar o encontrar pistas que ayuden a encontrar respuesta a los interrogantes que se nos plantean.
Jesús antes de enviar a los discípulos a la misión. (Mt.28.) estuvo con ellos tres años y nosotros parece que queremos en un año dar por hecho un tema que significa toda una nueva forma de entender, asumir y llevar a cabo la misión, la Nueva Evangelización
No estoy en contra de que compartamos lo que se hace, pero creo que sería mas provechoso que nos interesáramos mas por las dificultades hacia dentro y hacia fuera que en la vida parroquial se están viviendo, cómo se están viviendo y cómo intentamos solucionarlas, antes de lanzarnos ha hacer cosas y cantar victorias. Hay que asumir nuevas formas, un nuevo estilo de anunciar y vivir la parroquia, hay que despojarse de lo rutinario y de métodos que para otros tiempos fueron validos y que hoy no lo son y, eso, no es fácil. Para todo eso y mas, creo que deberían ser estos encuentro de revisión y no para contar lo que hacemos que, a veces, no deja de ser una forma airosa, pero falsa, de salir del paso.
José Rodríguez Díaz. Párroco.
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