JUEVES SANTO 2017
LA VERDAD SOBRE LA MESA
Hoy es Jueves Santo, hoy es día de sentarse a la mesa y compartir la cena como preámbulo de la Pascua, de la entrega. Hoy es Jueves Santo y el Maestro nos convoca a acercarnos, a reclinarnos, a escuchar y hacer nuestros sus gestos, a admirarnos ante su generosidad. Hoy es Jueves Santo, día de dejarse lavar por El, no solo los pies, sino la cabeza, todo el cuerpo si hiciera falta.
Día de la verdad que hay en el corazón de cada uno de los comensales que se sientan a esta mesa compartiendo el alimento que da vida eterna.
Día de encuentro con uno mismo, de preguntarse donde están nuestras querencias. Día del ¿ Acaso soy yo? preguntado con mirada temblorosa y voz casi queda. Hoy es Jueves Santo, día del "Tomad y comed, tomad y bebed ", de "Haced esto en memoria mía" y no dejarse llevar por la tristeza. Día de los valientes que, aunque llenos de miedo, no quieren levantarse y dejar la cena a medias. Día del que equivoca el camino y se da cuenta de que no tiene sentido seguir mojando el pan en una misma cazuela porque no quiere o no se se siente con fuerzas para cambiar de actitud, ante la invitación del Maestro y empezar de nuevo. Está atrapado por su egoísmo.
El Jueves Santo es el día en donde lo que esconde el corazón se libera. Día de los que son advertidos de fanfarronerías que a nada llevan, solo a lágrimas, cuando el Viernes ya este apuntando y junto al alba fría, el miedo a ser descubierto sea patente. Cuando entre noche y día de comienzo, empiece, el sacrificio del Cordero elegido para la Pascua Eterna. Día de los amigos que no saben qué hacer ante la fuerte evidencia, del que se va y del que se queda, porque no saben qué pensar ni que decir, ante las palabras del Maestro: "Hagan esto en memoria mía", ¿Còmo afrontar lo que se avecina y que huele a muerte cierta?
Hoy es Jueves Santo y desde aquel día hasta hoy, se reune la Iglesia, con la certeza de contar con la presencia de este Cordero entregado y que se entrega, que siempre está. De una traición que mancha transparencias, de una arrogancia que no lleva mas que a salvar la imagen personal, pero también, de una mirada llena de comprensión y misericordia y de un, a pesar de todo, querer hacer esto en memoria suya, porque sabe, la Iglesia sabe, que solo en El está la verdad, la paz, el consuelo, la sanación de las heridas. Esta es la mano tendida del Buen Pastor que, generosamente, se da como alimento por la vida de sus ovejas.
¡¡FELIZ FUEVES SANTO!!
LA VERDAD SOBRE LA MESA
Hoy es Jueves Santo, hoy es día de sentarse a la mesa y compartir la cena como preámbulo de la Pascua, de la entrega. Hoy es Jueves Santo y el Maestro nos convoca a acercarnos, a reclinarnos, a escuchar y hacer nuestros sus gestos, a admirarnos ante su generosidad. Hoy es Jueves Santo, día de dejarse lavar por El, no solo los pies, sino la cabeza, todo el cuerpo si hiciera falta.
Día de la verdad que hay en el corazón de cada uno de los comensales que se sientan a esta mesa compartiendo el alimento que da vida eterna.
Día de encuentro con uno mismo, de preguntarse donde están nuestras querencias. Día del ¿ Acaso soy yo? preguntado con mirada temblorosa y voz casi queda. Hoy es Jueves Santo, día del "Tomad y comed, tomad y bebed ", de "Haced esto en memoria mía" y no dejarse llevar por la tristeza. Día de los valientes que, aunque llenos de miedo, no quieren levantarse y dejar la cena a medias. Día del que equivoca el camino y se da cuenta de que no tiene sentido seguir mojando el pan en una misma cazuela porque no quiere o no se se siente con fuerzas para cambiar de actitud, ante la invitación del Maestro y empezar de nuevo. Está atrapado por su egoísmo.
El Jueves Santo es el día en donde lo que esconde el corazón se libera. Día de los que son advertidos de fanfarronerías que a nada llevan, solo a lágrimas, cuando el Viernes ya este apuntando y junto al alba fría, el miedo a ser descubierto sea patente. Cuando entre noche y día de comienzo, empiece, el sacrificio del Cordero elegido para la Pascua Eterna. Día de los amigos que no saben qué hacer ante la fuerte evidencia, del que se va y del que se queda, porque no saben qué pensar ni que decir, ante las palabras del Maestro: "Hagan esto en memoria mía", ¿Còmo afrontar lo que se avecina y que huele a muerte cierta?
Hoy es Jueves Santo y desde aquel día hasta hoy, se reune la Iglesia, con la certeza de contar con la presencia de este Cordero entregado y que se entrega, que siempre está. De una traición que mancha transparencias, de una arrogancia que no lleva mas que a salvar la imagen personal, pero también, de una mirada llena de comprensión y misericordia y de un, a pesar de todo, querer hacer esto en memoria suya, porque sabe, la Iglesia sabe, que solo en El está la verdad, la paz, el consuelo, la sanación de las heridas. Esta es la mano tendida del Buen Pastor que, generosamente, se da como alimento por la vida de sus ovejas.
¡¡FELIZ FUEVES SANTO!!
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