La Semana Santa es un tiempo propicio para pensar y pensarnos, para buscar soluciones a esos problemas del corazón y que en Jesús encuentran respuesta. Ofrecemos un libro que nos puede ayudar de forma muy sencilla y cercana en esta tarea de ser nosotros mismos y consecuentes con lo que decimos ser.
LAS PREGUNTAS DE JESÚS
Libro electrónico de
Fernando Montes, SJ
Es interesante constatar que buena parte de la enseñanza de Jesús a sus discípulos la hizo por medio de preguntas. A ellos, que eran rudos pescadores, les enseñó, mediante interrogantes simples, a plantearse los verdaderos problemas: “¿Quién es tu prójimo?”, “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si después se pierde a sí mismo?”, “¿Por qué lloras?”, “¿Qué buscáis?”… Preguntas sencillas que tienen perenne actualidad.
Estas y otras interrogantes nos llevan al fondo de nosotros mismos y nos obligan a buscar nuestra verdad.
Una vez más, constatamos que los problemas se resuelven mejor si se plantean correctamente las preguntas.
Enseñar preguntando tiene la ventaja de ayudarnos a buscar en lo mejor de nosotros la respuesta y a construir el Evangelio prestándole nuestra propia vida.
Aprender a preguntarse es signo de madurez. Ello permite romper las falsas seguridades, tomar distancia de uno mismo y descubrir la hondura que tenemos.
Descargue el libro: – Las preguntas de Jesús en la página de nuestra diócesis. En este blog tienes el enlace.
LAS PREGUNTAS DE JESÚS
Libro electrónico de
Fernando Montes, SJ
Es interesante constatar que buena parte de la enseñanza de Jesús a sus discípulos la hizo por medio de preguntas. A ellos, que eran rudos pescadores, les enseñó, mediante interrogantes simples, a plantearse los verdaderos problemas: “¿Quién es tu prójimo?”, “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si después se pierde a sí mismo?”, “¿Por qué lloras?”, “¿Qué buscáis?”… Preguntas sencillas que tienen perenne actualidad.
Estas y otras interrogantes nos llevan al fondo de nosotros mismos y nos obligan a buscar nuestra verdad.
Una vez más, constatamos que los problemas se resuelven mejor si se plantean correctamente las preguntas.
Enseñar preguntando tiene la ventaja de ayudarnos a buscar en lo mejor de nosotros la respuesta y a construir el Evangelio prestándole nuestra propia vida.
Aprender a preguntarse es signo de madurez. Ello permite romper las falsas seguridades, tomar distancia de uno mismo y descubrir la hondura que tenemos.
Descargue el libro: – Las preguntas de Jesús en la página de nuestra diócesis. En este blog tienes el enlace.
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