sábado, 30 de julio de 2016

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C.
 Luc.12,13-21



          " MAESTRO, DILE A MI HERMANO...
Un dicho  reza que desde que el mundo anda girando los hombres se están peleando y da igual que sea el vecino, el compañero o el hermano, cuando se mete la riqueza, el dinero o el poder  por medio, hay que andar muy al tanto, porque con facilidad terminamos a la gresca  con quien sea con tal  de...
  En el texto de hoy un hombre le pide a Jesús que intervenga en el litigio que tiene a causa de los bienes.  Se siente herido porque  su  hermano no quiere compartir con el  la herencia.
 La respuesta de Jesús debió de dejar al hombre bastante chafado pues no le dice que tiene razón, para eso están los jueces, ni que pelee contra el hermano, ni cosas por el estilo, sino que no se preocupe por acumular porque  aquello por lo que anda tan preocupado es algo pasajero y que lo importante es su vida interior, su vida con Dios.
 Si las cosas vienen así ¿ que se puede hacer? Pídele a tu hermano lo tuyo pero sin peleas ni trifulcas. Que  lo alcanzas, bien , que no, acéptalo, pero  no dejes que  el afán de tener y poseer o, como en este caso, el derecho a la herencia, te lleven a perder la perspectiva de tu trascendencia.  No se trata de tener y tener, de acumular, sino de saber  qué hacer con lo que poseemos y qué destino darle.
Tirando del hilo, este tema lo podemos conducir  a la reflexión sobre la injusticia que supone las grandes riquezas en el mundo mientras que otros tienen que mendigar el alimento, no ya solo el trabajo, sino el alimento y  hasta a veces, morir de hambre.
Jesús en la parábola llama necio al que  piensa solo en su bienestar olvidándose de los demás porque ha tenido buena cosecha. Piensa que es dueño de su vida, no sabe calcular su tiempo, ni donde está su verdadera riqueza. El bienestar, nos dice, es pasajero y nosotros de eso sabemos una rato.
Lo que se le propone es la vida eterna y la vida eterna es otra cosa, es eterna.
 ¿Donde está el negocio bien hecho y la autentica riqueza,  en lo pasajero  o en lo eterno?
 La respuesta es evidente y eso es lo que Jesús trata de trasmitir a este hombre que le ha pedido que intervenga en el litigio que tiene con su hermano.
 Se rico ante Dios y no para sí,  le dice el Maestro y nos dice hoy. Esa riqueza se alcanza en la medida que seamos capaces de compartir, lo mucho o lo poco que tengamos y  también  de  ser capaces de denunciar la injusticia y la insolidaridad que hoy barre el mundo y el corazón de muchos hombres y mujeres que lo habitamos. No podemos seguir aceptando ver que mientras cantidad de hermanos nuestros mueren de hambre, la comida sigue llegando a los basureros porque  los que la podemos disfrutar, hartos  y satisfechos, la tiramos. 
  El tema no es solamente que  demos lo que  sobra, no. El tema está en repartir mejor los bienes de este mundo, que es de todos. Un paso mas: No solo es cuestión de dar de comer a los pobrecitos, sino de  reconocerlos como personas con derechos que yo, el otro y el de mas allá, tenemos la obligación de respetar. Derecho a una vida digna, derecho a la vivienda, derecho al trabajo y a la educación, a la sanidad y lo de la alimentación, pues es que ya hasta sobra el que lo mencionemos. De todas formas, hay que pararse a pensar y el verano, es un buen momento para ello.
!!Feliz día del Señor.¡¡


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