DOMINGO DE PENTECOSTÉS.CICLO C.
Jun. 20,19-23
EL DIOS QUE NOS SACA DE NUESTROS RINCONES.
Siempre que el calendario litúrgico nos propone la fiesta de Pentecostés y nos toca hablar sobre ello, sobre el Espíritu Santo, lo hacemos hablando de "el gran desconocido"," el gran ignorado" y no se cuantas cosas mas.
Lo cierto es que con facilidad y ante esta manifestación de Dios nos perdemos con harta frecuencia y no sabemos, también con frecuencia, hacia donde apuntar. Por supuesto que no quiero generalizar, pero si creo que deberíamos estar mas al tanto a las Palabras de Jesús sobre el tema y a la experiencia de la propia iglesia desde sus comienzos hasta hoy.
Y digo desde aquel primer día hasta hoy porque se hace urgente redescubrir y dejarnos apropiar de su presencia, de su fuerza, de ese saber que es Dios y que participó ya en lo comienzos de la creación hasta estos días.
Nos ha sido y es otorgado, como lo fue y lo es el Hijo, lo mismo que el Padre se nos entrega. Es pura gratuidad.
Es el mismo Dios que se nos completa como la gran memoria, el que nos recordará, el gran santificador, el gran renovador, el que lo sostiene todo, el ahora del misterio Trinitario y que empuja, fortalece, aconseja y dignifica a todo el que le acepta y se deja llevar por El.
El Espíritu Santo es el ahora del Padre Creador, del Hijo Salvador y el hacedor de la santidad en el mundo. Por tanto, el Dios Trinitartio que actuó está y seguirá actuando, en beneficio del hombre y de la cración entera.
Nunca se podrá decir mucho sobre el Espíritu Santo si no hay una experiencia que nos ratifique y refuerce en lo que hemos oído, en lo poco que sabemos y que es , normalmente, lo que solemos decir sin mucho convencimiento, sin calor en la palabra de un corazón que se siente quemado por el fuego de su amor
Esto es un camino que para muchos de nosotros está pendiente de andar. Hay que hacerlo. Necesitamos humildad, aceptar que no lo sabemos todo y menos de Dios y dejarnos enseñar por El mismo. De Dios se sabe por la oración y la mirada contemplativa sobre la creación. Tambien del Espíritu. Quizá necesitemos orar mas y con mas serenidad y entonces descubramos y sepamos algo del Gran Desconocido y sea menos ignorado.
!!Feliz día del Espíritu¡¡
Jun. 20,19-23
EL DIOS QUE NOS SACA DE NUESTROS RINCONES.
Siempre que el calendario litúrgico nos propone la fiesta de Pentecostés y nos toca hablar sobre ello, sobre el Espíritu Santo, lo hacemos hablando de "el gran desconocido"," el gran ignorado" y no se cuantas cosas mas.
Lo cierto es que con facilidad y ante esta manifestación de Dios nos perdemos con harta frecuencia y no sabemos, también con frecuencia, hacia donde apuntar. Por supuesto que no quiero generalizar, pero si creo que deberíamos estar mas al tanto a las Palabras de Jesús sobre el tema y a la experiencia de la propia iglesia desde sus comienzos hasta hoy.
Y digo desde aquel primer día hasta hoy porque se hace urgente redescubrir y dejarnos apropiar de su presencia, de su fuerza, de ese saber que es Dios y que participó ya en lo comienzos de la creación hasta estos días.
Nos ha sido y es otorgado, como lo fue y lo es el Hijo, lo mismo que el Padre se nos entrega. Es pura gratuidad.
Es el mismo Dios que se nos completa como la gran memoria, el que nos recordará, el gran santificador, el gran renovador, el que lo sostiene todo, el ahora del misterio Trinitario y que empuja, fortalece, aconseja y dignifica a todo el que le acepta y se deja llevar por El.
El Espíritu Santo es el ahora del Padre Creador, del Hijo Salvador y el hacedor de la santidad en el mundo. Por tanto, el Dios Trinitartio que actuó está y seguirá actuando, en beneficio del hombre y de la cración entera.
Nunca se podrá decir mucho sobre el Espíritu Santo si no hay una experiencia que nos ratifique y refuerce en lo que hemos oído, en lo poco que sabemos y que es , normalmente, lo que solemos decir sin mucho convencimiento, sin calor en la palabra de un corazón que se siente quemado por el fuego de su amor
Esto es un camino que para muchos de nosotros está pendiente de andar. Hay que hacerlo. Necesitamos humildad, aceptar que no lo sabemos todo y menos de Dios y dejarnos enseñar por El mismo. De Dios se sabe por la oración y la mirada contemplativa sobre la creación. Tambien del Espíritu. Quizá necesitemos orar mas y con mas serenidad y entonces descubramos y sepamos algo del Gran Desconocido y sea menos ignorado.
!!Feliz día del Espíritu¡¡
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