sábado, 17 de octubre de 2015

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO 29 DEL TIEMPO ORDINARIO
CICLO B.
Mrc. 10,35-45

  EN LA HOGUERA DE LAS VANIDADES

"Concedenos sentarnos en tu gloria  uno a tu derecha y otro a tu izquierda" le piden  a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan.
   No deja de ser una buena idea, estar siempre con el Señor, pegaditos a el, pero parece ser que la intención es otra  pues, Jesús que les conoce y después de interrogarles, les advierte que no se trata de rampar, sino de fidelidad y de aceptación de los planes de Dios en nuestra vida.
  Los otros discípulos que se dan cuenta de la movida de estos dos hermanos, pescan un buen rebote y Jesús viendo las intenciones de unos y el enfado de los otros, no le queda otra opción que hablarles y decirles por donde han de ir los tiros y las intenciones de ambos grupos, porque  es que  no se trata de mandar, les dice, sino de servir. Esta bien que quieran estar junto a mi, pero ese querer estar junto a mi, dice a unos y otros,  significa estar  pegadito a la cruz, sin propio y no a la poltrona, estar disponibles al servicio, desde la voluntad del Padre, que muchas veces no coincide con la nuestra. Significa y supone, que  hay que estar en apertura constante olvidándose de uno mismo para posibilitar que el Reino de Dios sea aceptado por los hombres.
 Y les abre los ojos con la experiencia que están viviendo como pueblo: Roma lleva mucho tiempo dominando y  tiranizando a toda Palestina de Norte a Sur y, miren lo que hacen los que mandan, los que se hacen llamar señores y se creen dueños  y amos de  vidas y tierras, les dice. Eso no se puede dar entre nosotros. No podemos calcar esas actitudes, ni aún con  buenas intenciones de entrada, porque el poder por el poder, cuando no está sometido al servicio de los mas necesitados, corrompe, domina, aplasta y hace sufrir a los hombres y mujeres que no  tienen  otra salida mas que el trabajo de sus manos para sobrevivir.
Una buena lección la de Jesús, desenmascarando las intenciones del grupo y hablándoles, clarito y sin tapujos, de lo que no debe anidar en el corazón.
 También es una buena lección para nosotros que a veces, bajo socapa de  servicio, nos  erigimos en  dueños y señores imponiendo nuestra  voluntad sin pararnos a escuchar tratando de  llegar a una decisión  sobre algo sin antes haber escuchado a los demás.
 Las parroquias no son nuestras, ni de los curas ni de los que llevan años prestando su servicio en ellas, por mucho tiempo que  se les  haya entregado. Las parroquias, la comunidad, la Iglesia, es del Señor y solo del Señor y a El hemos de estar sometidos todos y, por El, sometidos los unos a los otros sin imponer  y mucho menos andar intrigando, porque  nada de eso es lo que quiere el Señor. Todo eso, si es así, termina por llevarnos a una especie de Babel en donde nadie se entiende  porque todo el mundo manda queriendo imponer su decisión. El diálogo y la escucha son  imprescindibles, la actitud de servicio y de entrega tambien lo son.
Sólo así iremos dando pasos hacia la iglesia que Jesús quiere y que Francisco nos propone cuando nos habla de Iglesia en salida porque es que ya estamos, con el dialogo  y el servicio entre nosotros, inciando el camino hacia los demas, hacia fuera.
Feliz día del Señor
 

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