La residencia lagunera de Nazaret acogió una conferencia del jesuita José María Rodríguez Olaizola sobre la Semana Santa como "encrucijada de la vida".
Olaizola
es jesuita. Desde hace años, combina la labor como escritor con su
trabajo pastoral, y en proyectos de comunicación y evangelización a
través de internet como pastoralsj o rezando voy.
P.-Tanto
como jesuita, como sociólogo, como escritor en publicaciones escritas
como en las redes, aparece la importancia de la comunicación, ¿no es
así?
R.-
Sí, efectivamente. Todas estas vertientes responden a una idea que es
comunicar y eso es casi como una vocación. Yo he descubierto que en la
comunicación del Evangelio hay una posibilidad, una urgencia y una
misión. Ya sea con formas más tradicionales o clásicas, o con las nuevas
tecnologías. En definitiva, hay que apostar por ello.
P.- Señalas que la Semana Santa es como una encrucijada en el camino de la vida.
R.-
Sí, se trata de una lectura existencial de la pasión. Éste es un relato
que nos viene a decir que, lo que ocurre con Jesús, acontece también
en nuestras propias vidas. Es una escuela de cómo debemos afrontar
nosotros la pasión en nuestras vidas.
P.- La pasión que ocurrió hace 2000 años, ¿qué nos puede decir a nosotros hoy?
R.-
Es un relato que habla del amor, de la justicia, del compromiso real
con algo y con alguien en quien uno cree, siendo capaz de afrontar la
intemperie cuando surge. También habla de la fragilidad humana, del
egoísmo, de tantas cosas...Es un espejo de nuestra sociedad y de
nuestras propias encrucijadas.
P.- En alguna ocasión, has expresado que la Cuaresma es una especie de itinerario para alcanzar la mejor versión de uno mismo.
R.-
Cuando se habla de la conversión , hay quien piensa que convertirse es
realizar un giro radical de 180 grados. Y no es así, necesariamente.
Convertirse no es revestirse de algo que uno no es. Convertirse es
trabajar para ir limando y quitando muchas cosas que nos impiden ser la
mejor versión de nosotros mismos. Lo que podríamos llegar a ser si
dejáramos que el Espíritu de Dios nos sacara lo mucho bueno que hay en
nosotros.
P.- En una de tus publicaciones hablas de personas sólidas en tiempo líquidos.
R.
- Hay un concepto sociológico que se usa mucho ahora que se refiere a
que el mundo se ha vuelto líquido, es decir, que han ido desapareciendo
las cosas que le daban solidez: La fe, las ideologías, las convicciones,
hasta la moral. De alguna manera, es un mundo que hace aguas por todas
partes. En medio de eso, la reflexión es "¿qué nos puede hacer sólidos
hoy?"
P.-Tú eres una persona que twitteas mucho. ¿Qué ventajas consideras que tienen estas herramientas?
R.-Tiene
la ventaja de que alcanzas a mucha gente que, de otra manera, no
leerían un mensaje religioso, porque no se mueven por determinados
circuitos. Hay ciertas cosas que cuando las ven dicen," ¡vaya! pues esto
me encaja" . Es una manera de tender puentes.
P.- ¿Cómo ves la realidad de la Iglesia en nuestro país y en el mundo universitario?
R.-
Creo que debemos centrarnos en que éste es un tiempo de oportunidad. La
llegada del Papa Francisco ha supuesto y ha servido, mediáticamente,
para remover muchas cosas. Para que la gente no esté simplemente
instalada en pensar que las cosas son de una manera determinada de la
cual unos se posicionan a favor y otros en contra, sino para darse
cuenta que la pluralidad es algo mucho más real en la Iglesia. Creo que
eso es una gran oportunidad.
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