Es el Evangelista San Mateo el único que nos regala el relato de los Reyes Magos que vamos a leer en esta fiesta de la Epifanía del Señor. Relato bien construido y llevado y sin lugar a dudas creo, que con una buena y doble intención.
Mateo no solo se limita relatar lo que sabe sino también a dar una catequesis a sus lectores desde el acontecimiento, pues elementos tales como el venir de Oriente, el que sean magos, la estrella, y la casa, que no el pesebre, donde encuentran al Niño, hablan por si solos.
Tema aparte es Herodes en su corte y precaución de mantenerse en el trono que ocupa y que sabe bien no le corresponde pues no era judío sino idumeo. ( Cuando uno se mete o da cabida en su vida a intrigas y en este caso a intrigas palaciegas, termina por perder el norte y eso fue lo que le paso a nuestro hombre ).
Volviendo a lo que nos preocupa, decimos que lo que celebramos es la fiesta de la Epifanía del Señor, palabra que indica manifestación, darse a conocer. Es lo que sucede: Jesús se manifiesta y se da a conocer a todo el que le busca con interés y en la verdad, y esa es una de las cosas que nos subraya Mateo. Los Magos eran gentiles, paganos, no tenían porque andar buscándole, pero si que lo hicieron y el Señor se dejo encontrar por ellos, es mas, les facilitó el camino con la estrella y con la información que el miedoso rey les proporcionó.
Otra de las cosas que se apuntan es que se nos dice que la ciencia no tiene que estar reñida con la fe. Los Magos desde su sabiduría, descubren que hay algo mas que supera sus conocimiento y desde el deseo de saber, de investigar, se ponen en camino y terminan encontrando la Sabiduría de Dios en la pobreza de un niño, en brazos de su madre, a quien terminan por adorar y reconocer como Rey, como Dios,como Hombre. ( ¡¡Menuda lección!!)
Por último, la casa. Se habla de que al Niño lo encontraron en la casa. Nosotros ya sabemos que cuando en los textos de la Buena Noticia se habla de la casa, casi siempre se nos está hablando de la Iglesia y ahí está la catequesis del Evangelista. Encontrar al Niño en la casa es encontrarle en la Iglesia. La Iglesia es la casa de Jesús donde habita por antonomasia, donde se encuentran y hacen familia los suyos.
Es en la Iglesia donde los que le buscan han de encontrar y adorar al Señor. Esto a su vez, es una llamada de atención a los que habitamos en ella, una invitación a preguntarnos en que medida estamos transparentando a Jesús desde los sacramentos que celebramos, desde la acogida que hacemos a los que traspasan sus puertas, desde los que llaman queriendo entrar y formar parte de esta nueva y gran familia de Dios que somos los que confesamos una Fe, un Bautismo, un mismo Dios y Padre.
La fiesta de la Epifanía sigue siendo hoy tan actual como lo fue en su día y sigue teniendo la misma fuerza interrogadora para nosotros hoy, como la tuvo para los cristianos a quienes iba dirigido el Evangelio que Mateo escribió.
Es una pena que nos quedemos solo con el cascarón, "Fiesta de los Reyes Magos" ( regalos y gastos incluidos) y no ahondemos en lo que hay detrás de estos Magos. Entonces podríamos hasta cambiarle el nombre por el de "fiesta de los gentiles que buscaban a Dios" . Sabemos que, aún hoy, hay muchos que siguen buscándole. Que le puedan encontrar, en gran parte, va a depender de nosotros, de la información que demos de Jesús cuando nos pregunten, con nuestro testimonio de vida y palabra.
Jesús, sigue siendo el mejor regalo que podemos hacer a los que queremos. Eso, sin lugar a dudas.
!!Feliz fiesta de los que buscan¡¡
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