sábado, 25 de enero de 2014

LA PALABRA DEL DOMINGO

 LA APUESTA DE DIOS
 Nos reuniremos un domingo mas con nuestras comunidades parroquiales a celebrar la Eucaristía. Escucharemos la Palabra, profesaremos nuestra fe y terminaremos compartiendo a Jesús en el Pan que da la Vida.
 El texto del Evangelio de este domingo tercero del Tiempo Ordinario es de San Mateo 4,12-23. En este texto nos encontramos tres momentos: a) la presentación de Jesús que predica en Galilea; b) el mensaje que predica; y c) la elección de los discípulos. 


En el país de Zabulón y Neftalí, camino del mar, en la Galilea de los gentiles, esto ya lo había dicho el profeta Isaías, como hemos tenido ocasión de comprobar en la primera lectura, en esa Galilea de los gentiles, en donde  había oscuridad, brilla la luz de la invitación de Dios por parte de la Palabra predicada y en esta ocasión por el mismo Jesús. Son estos, los alejados, los paganos, los que son tenidos por menos por parte de los que viven en el Sur, en Judea, los primeros beneficiarios del anuncio de la Buena Nueva.
 Jesús se establece en Cafarnaún, en el camino allende el mar del que se habla en el texto y allí toma el relevo de Juan el Bautista  y empieza a anunciar el Reino de Dios. Su misión en reunir, congregar y son estos, los que andan dispersos y como ovejas sin pastor, los primeros  a quienes se les invita. También van a ser de entre estos de donde escoja a los discípulos.
Empieza  un nuevo tiempo de Dios. Se anuncia su reino y se  ponen las bases de una nueva familia de entre aquellos que se han separado y han querido caminar, por diversas circunstancias,solos y de espalda a los hermanos. Ellos son también miembros del pueblo de la Alianza y a estos es a quienes hay que recuperar.
 Jesús con la fuerza de su palabra y con su autoridad va a posibilitar que los galileos puedan encontrarse con el Dios de los padres que ha ido quedando en sus vidas como una memoria de tiempos mejores y no como una realidad viva y pujante que les sigue ayudando en el cada día.
 Jesús, con el anuncio del Reino en esta región va a  posibilitar, como ya hemos dicho, que todo sea nuevo y van a ser los discípulos, los nombrados en el texto y los que no, lo que se van a encargar de propagar y anunciar la nueva y buena acción de Dios en favor, no ya solo de ellos, sino de todos los hombres de buena voluntad, también los gentiles, que ha venido o vienen de otras tierras y lugares y que buscan con corazón sincero al Dios de la vida. 
Conclusiones que saco de todo lo dicho: a) Dios está siempre dispuesto ha empezar de nuevo; b) Dios es fiel a su palabra - esto ya fue dicho por Isaías- ; y c) el hecho de que el Profeta, el Evangelista o Pedro, nos digan  que  empezó en Galilea, es una llamada de atención para  los que a veces pensamos que de cualquier circunstancia, pueblo o persona no puede salir nada nuevo y es que como diría el mismo Jesús, Dios si que puede sacar hijos de Abrahan desde las mismas piedras.






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