Como una lacra o una grave enfermedad ha afectado directa e indirectamente a millones de personas. Ha hecho que los políticos nos obliguen a apretarnos el cinturón haciendo recortes a diestro y siniestro de tal modo que, en España, le llamen a nuestro presidente “Manos tijeras”.
Cuando se trata de meter tijeretazo, no se miden las
consecuencias ni se tienen en cuenta las personas que se ven
afectadas por tales medidas. Como consecuencia de esto todo se
convierte en un rulo o bola de nieve que aplasta a todo el que se
ponga a su paso. Desgraciadamente todo se mueve alrededor del
dinero, si este falla o escasea, todo cae al suelo como una pirámide
de cartas.
Una población, que se ve afectada por esta mala gestión de los que tienen el pandero en sus manos, son los mayores. En épocas pasadas los hijos ayudaban a sus mayores: padres, abuelos, etc, etc tanto económicamente como personal. Los ancianos eran cuidados en sus casas por su familia y permanecían en su hogar hasta que les llegara la hora de la partida. Si se les ingresaba, por enfermedad en un centro hospitalario, no veíamos la hora de traerlo para casa, pues como se ha dicho siempre, “Como en su casa en ningún sitio”
Sin embargo la crisis y, en consecuencia, la falta de trabajo a cambiado esta costumbre tan arraigada entre los españoles. Por una parte hoy son los mayores los que mantienen a sus hijos, nietos y demás parientes ya que en muchas casas no entra un sólo €uro. Se ha llegado a tal grado de dependencia de sus pensiones, que muchos de los ancianos se han visto obligados a renunciar a sus viajes del imserso, pero ellos lo hacen con mucho gusto pues saben que su familia necesita ese dinero.
Pero, como digo anteriormente, la bola de nieve se hace cada vez mayor y ha ido arrollándonos a todos, pero de un modo muy dramático a aquellas personas que lo dieron todo por nosotros. Aún sin quererlo cada vez son más las familias que se ven en la difícil tesitura de tener que dejar a su familiar en un centro, pero aún siendo esto muy triste lo es más el que los lleven a un hospital, con cualquier molestia sin importancia, todo para que lo dejen hospitalizado llegándose a dar el caso de que, cuando son dados de alta y se avisa a los familiares para que los recojan, muchos dicen que no pueden hacerse cargo o, directamente, optan por no coger el teléfono.
Según las estadísticas, más de un millón de mayores viven solos, nadie les cuida y muchos mueren en el más absoluto aislamiento familiar.
El presidente del gobierno canario levantó polvareda cuando dijo que, “en las islas canarias hay unos 400 pacientes que continúan hospitalizados después de ser dados de alta” Según este señor todo esto viene por los recortes hechos por el partido gobernante en España y no se arreglará hasta que no se resuelva la situación de crisis que estamos viviendo.
Según mi opinión, particular, por muy mal que se esté económicamente no es motivo para abandonar a los que nos dieron la vida y hasta su vida misma si la necesitáramos.
Para esta semana nos viene bien este refrán: “Cría cuervos y te sacarán los ojos”
Una población, que se ve afectada por esta mala gestión de los que tienen el pandero en sus manos, son los mayores. En épocas pasadas los hijos ayudaban a sus mayores: padres, abuelos, etc, etc tanto económicamente como personal. Los ancianos eran cuidados en sus casas por su familia y permanecían en su hogar hasta que les llegara la hora de la partida. Si se les ingresaba, por enfermedad en un centro hospitalario, no veíamos la hora de traerlo para casa, pues como se ha dicho siempre, “Como en su casa en ningún sitio”
Sin embargo la crisis y, en consecuencia, la falta de trabajo a cambiado esta costumbre tan arraigada entre los españoles. Por una parte hoy son los mayores los que mantienen a sus hijos, nietos y demás parientes ya que en muchas casas no entra un sólo €uro. Se ha llegado a tal grado de dependencia de sus pensiones, que muchos de los ancianos se han visto obligados a renunciar a sus viajes del imserso, pero ellos lo hacen con mucho gusto pues saben que su familia necesita ese dinero.
Pero, como digo anteriormente, la bola de nieve se hace cada vez mayor y ha ido arrollándonos a todos, pero de un modo muy dramático a aquellas personas que lo dieron todo por nosotros. Aún sin quererlo cada vez son más las familias que se ven en la difícil tesitura de tener que dejar a su familiar en un centro, pero aún siendo esto muy triste lo es más el que los lleven a un hospital, con cualquier molestia sin importancia, todo para que lo dejen hospitalizado llegándose a dar el caso de que, cuando son dados de alta y se avisa a los familiares para que los recojan, muchos dicen que no pueden hacerse cargo o, directamente, optan por no coger el teléfono.
Según las estadísticas, más de un millón de mayores viven solos, nadie les cuida y muchos mueren en el más absoluto aislamiento familiar.
El presidente del gobierno canario levantó polvareda cuando dijo que, “en las islas canarias hay unos 400 pacientes que continúan hospitalizados después de ser dados de alta” Según este señor todo esto viene por los recortes hechos por el partido gobernante en España y no se arreglará hasta que no se resuelva la situación de crisis que estamos viviendo.
Según mi opinión, particular, por muy mal que se esté económicamente no es motivo para abandonar a los que nos dieron la vida y hasta su vida misma si la necesitáramos.
Para esta semana nos viene bien este refrán: “Cría cuervos y te sacarán los ojos”
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