sábado, 11 de noviembre de 2023

España implanta, casi sin reflexión, un sistema rápido de cosecha de órganos eutanasiados


 

Igual que el Parlamento español implantó una Ley de Eutanasia sin consultar a asociaciones médicas, bioéticas ni sanitarias, ahora la Organización Nacional de Trasplantes ha empezado a cosechar órganos de eutanasiados con un protocolo elaborado a toda prisa y sin consultar con más organismos ni con la comunidad médica o bioética.

El Colegio de Médicos de Madrid ha denunciado que este nuevo Protocolo Nacional de Donación de Órganos plantea numerosas inquietudes éticas y conflictos de interés: ¡interesa que muchos se suiciden con eutanasia para cosechar sus órganos! Se crea una nueva cultura utilitaria.

El contexto: menos muertes en accidentes son menos donaciones

España es una superpotencia mundial en trasplantes y lo es desde hace muchos años. Pero recientemente han ido cambiando cosas. Muchos órganos venían de personas que morían en accidentes de coche o accidentes laborales y estas muertes son, afortunadamente, cada vez menos. Además, España es un país muy envejecido, muchos donantes fallecen muy ancianos y con muchas enfermedades, lo que reduce su elegibilidad.

Nada de esto es catastrófico, porque sigue habiendo muchas donaciones, pero pone un marco a la extraña rapidez con que la Organización Nacional de Trasplantes se ha abalanzado, casi sin reflexión ética, a cosechar órganos de las personas que se matan mediante la eutanasia.

La eutanasia cambia nuestra civilización

La eutanasia (práctica no médica, condenada por la Organización Médica Mundial) es un cambio de civilización. De repente, los médicos, que cuidaban y a menudo curaban, pasan a ser unos técnicos que a veces matan, o ayudan a suicidarse. Matan con un veneno o proporcionan el veneno (para el suicidio asistido). De hecho, suelen ser dos venenos: uno paraliza primero, el segundo mata al paralizado. Hay dudas sobre el dolor o angustia que pueda causar el segundo, ya que el primero, paralizante («relajante muscular», le llaman), impide expresar nada al suicida (véase aquí la denuncia del anestesista Joel Zivot)..

Todo eso se viste con música, bombones y palabras bonitas de sanitarios y parientes. Entre las palabras bonitas, las que alaban al suicida por quitarse la vida y entregar sus órganos que ayudarán a otros: muerto es más útil.

No hace falta tener una enfermedad grave para desarrollar esa idea: suicidas sanos de todas las edades se dicen una y otra vez que lo mejor que pueden hacer por su entorno es suicidarse.

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