sábado, 4 de noviembre de 2023

LA PALABRA DEL DOMINGO. DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A.

UNA PROPUESTA SINGULAR


En el evangelio de este domingo ( Mt. 23,1-12) observamos como Jesús le habla a la gente y a los discípulos diciéndoles cual ha de ser su actitud en lo que  respecta  al seguimiento  y servicio del Señor, en su servicio, al tiempo que pone las bases por las que se han regir los que conformen la  comunidad o  grupo de los que quieran seguirle. No se trata de  poder o señoríos, de mandar o de imponer, no,  no se trata de eso, sino de servir. Eso es, se trata de servir. 

Si hacemos un poco de memoria nos damos cuenta de que esto es lo mismo que se nos propone en el evangelio de San Juan  en la Ultima Cena, cuando Jesús lava los pies a los discípulos. Recuerdan?

En el fondo toda la vida de Jesús está marcada por esta constante  del servicio pues si no fijamos en su relación con la gente siempre predomina  esa actitud de cercanía, de ayudar, de ablandar situaciones,  de invitar al cambio, todo esto entra dentro de  esa forma de servir, de estar a disposición del otro,  de ayudar a que el otro encuentre el camino adecuado, también en el caso de los fariseos  e inclusive el de Pilatos, en el evangelio de San Juan, cuando se encuentra con este hombre allá por los  últimas horas de su vida. Siempre me ha llamado la atención el respeto y el cuidado con el que Jesús  le trata sin negar nada, tampoco impone nada y acepta al otro con naturalidad y desde lo que es y significa.

 Jesús  siempre quiere evitar que se ande por caminos equivocados, por eso advierte y llama la atención y corrige  a veces con dureza, cuando observa que los que andan con el quieren hacer un camino distinto al que les propone y que les lleva lejos del Padre y de los hermanos Es el caso de Pedro, el de los Zebedeos, o el de Tomás que se empeña en ver y  tocar o el de Felipe que en determinado momento quiere que caiga fuego sobre los de Samaría porque no le acogen cuando van camino de Jerusalén

Después de hacerles caer en la cuenta  de la actitud errónea  de los que se han sentado en la cátedra de Moisés, que solo van buscando  halagos y consideración moviéndose a merced de la vanidad  superficial y sin asumir lo que su  cargo  supone y exige, les dice : " Vosotros, en cambio...Etc."

 Para terminar diciendo " El primero  entre vosotros  será  vuestro servidor" .

Por tanto,  nada de rivalidades, nada de  superioridades, nada de  mirar por encima del hombro, nada de rangos y  puestos mas o menos altos a la los ojos de los hombres pues lo que nos debe interesar y preocupar es imitar al Padre y al Maestro que siendo rico se hizo pobre,  siendo inocente  murió como condenado, siendo Dios se hizo hombre...y todo  para qué? Para salvar al hombre  de su necedad, de su egoísmo, de su  afán de poder que le llevan  a la ruina y hacen que su vida se pierda en la nada.


¡¡Feliz día del Señor!!

José Rodríguez Díaz  

 

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