LA PERPLEJIDAD ANTE UN MISTERIO REVELADO.
Desde la solemnidad de esta fiesta del Dios Trinitario se nos ofrece la ocasión de reflexionar sobre lo que Jesús nos ha revelado del Misterio de Dios, ello nos debe llevar a preguntarnos si siempre ha sido así. Es verdad, siempre ha sido así desde el momento en que el hombre tiene conciencia de Dios que se le manifiesta como amigo que le ayuda ofreciéndole amplios horizontes de libertad. El misterio que envuelve esta presencia personal se va diluyendo y a lo largo de los años, mientras pasa el tiempo y la amistad encuentra cobijo, esta amigo va siendo conocido cada vez mas y mejor, se va dando a conocer mas y mas. Todo empieza como una simple amistad que concluirá en comunión de vida y amor, en comunión de afecto y confianza.Esta historia de encuentro haya su culmen en Jesús, revelación humana de Dios y en quien la humanidad encuentra cobijo y salvación , pero eso no va a quedar ahí , pues el mismo Jesús, el Hijo Amado del Padre a quien somos invitados a escuchar, nos revela el corazón, el misterio, la entraña de ese amigo del hombre que desde los inicios tiende su mano y acompaña y a medida que el hombre se va preguntando por El, en esa medida, se va dando a conocer. Se va dando a conocer asumiendo la humanidad como propia e iluminándola con su presencia.
Con Jesús, desde Jesús, sabemos del Padre, que es como el quiere que llamemos y de la fuerza de su amor que identificamos con el Espíritu Santo. Y Así vamos descubriendo, vamos entendiendo, vamos entrando en la vida íntima del que un día se acercó a los hombres para caminar a la par y hacer vida comunitaria, en total entrega, entrega desinteresada.
¡¡Feliz día de la Santísima Trinidad!!
José Rodríguez Díaz
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