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El texto del evangelio de este domingo nos sitúa en el momento y lugar en el que Jesús empieza su predicación. El momento es el arresto de Juan y el lugar Cafarnaúm, en la Galilea de los gentiles al tiempo que nos recuerda que eso es lo que decían los profetas, lo mismo Miqueas que Isaías. Jesús , se nos dice, empieza su misión pidiendo la conversión porque " está cerca el Reino de los cielos".
A continuación se nos relata el momento de la llamada de los discípulos a la orilla del lago pero sólo se nos habla de Simón al que llama Pedro y su hermanos Andrés que estaban trabajando y luego se nos habla de Santiago y Juan hijos de Zebedeo, que también trabajaban. Se nos dice que le siguieron dejándolo todo. Jesús va creando espacios de encuentro.
El texto termina señalando que " recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo" .Esto es lo que Mateo testifica sobre el inicio de la vida pública de Jesús engarzándole con toda la revelación , la profecía y promesa hecha a los padres: la historia de la Salvación
Este es el siervo de Yahvé del que Isaías también nos habla, el siervo que se entrega, nos está diciendo. Hay una novedad y es que este Siervo de Yahvé convoca a la conversión, pero también al seguimiento, a estar con el. Se inicia así un camino que ha de desembocar en el Nuevo Pueblo de la Alianza Nueva ( Iglesia ) que ha de asumir identificación y misión. No a sustituirle pero si llamado a hacer y continuar la misión iniciada por el.
Se nos dice que Jesús inicia su obra en la Galilea de los gentiles, de los que si, pero no, conforman el pueblo de Dios, también se nos habla de la importancia de la obra hecha y realizada no en solitario sino desde la comunión: les haré pescadores de hombres.
Y es por ahí por donde soplan los vientos del Espíritu dentro de la iglesia hoy. La sinodalidad, la comunión para anunciar al mundo, que anda en tinieblas, la necesidad de abrirse a Dios para encontrar respuestas a la convivencia, ante la vida.
En definitiva, el texto de hoy ha de llevarnos a pensar cuales son nuestro lugares de anuncio, a quien anunciamos y qué y si lo estamos haciendo como guerreros solitarios o en la comunión que ya el mismo Jesús propone.
¡¡Feliz día del Señor!!
José Rodríguez Díaz
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