OTEANDO HORIZONTES OLVIDADOS
Un año mas nos disponemos a celebrar la fiesta del Corpus Cristi que con tanto raigambre entre nosotros, solemos celebrar. Este año, no obstante y como todos sabemos, con las restricciones debidas a la pandemia, no habrá procesiones por las calles pero si dentro del recinto de cada una de las parroquias. Este cambio, por nuestra parte, no debe restar solemnidad ni devoción a este acontecimiento para el que somos convocados este domingo.
Hasta ahora lo hemos engrandecido y me parece muy bien, elaborando alfombras con flores y otros materiales, colocando banderas y altares en las calles... todo un esfuerzo, dicho sea de paso, en honor del Señor en la Eucaristía que pasa y que no desmerece, no. Cada parroquia hasta ahora, lo ha venido celebrando queriendo darle el empaque, solemnidad y belleza que dicho acto se merece...
Pero, como con otros tantos acontecimientos, la pandemia con sus restricciones nos obliga a celebra desde la dimensión de la sencillez y lo permitido... No podemos ni debemos dejar de celebrarlo, pero en esta ocasión centrando nuestro empeño y punto de mira en lo principal que no es otro mas que el gesto de Jesús que se queda con nosotros para ser nuestro alimento por puro amor. Algo que casi habíamos olvidado. Ya ven, alguna cosa, buena debía de traer la pandemia, digo yo... Y ahí está ayudando u obligándonos a reflexionar sobre lo que hacemos, por que lo hacemos y desde donde nos movemos. Es una gran ocasión para , como digo mas arriba, centrarnos en nuclear de lo que decimos creer.
¿Adorar la presencia de Jesús en la Eucaristía a que nos compromete? ¿ Hacia donde nos lleva ? Si no hay alfombras y manifestaciones solemnes... ¿Acaso deja Jesús de seguir estando presente en el Pan consagrado que en otros años hemos venerado y adorado al pasearlo por nuestras calles ?En que se centra, o mejor ¿ que es eso de adorar y venerar? ¿ en que consiste? ¿en cantos? ¿alfombras? ¿ velas? ¿oraciones? ¿ solo eso? ¿no habrá algo mas que hemos olvidado y que ahora debemos y podemos, aprovechando la circunstancias, recuperar? ¿ No nos habremos olvidado que la Eucaristía es sacramento de amor y que recibirla o venerarla o adorarla, como queramos, pasa por el amor generoso de Jesús y que nos remite e impulsa irremediablemente al otro, sobre todo cuando está viviendo en dificultad e indigencia?
Pienso que si el Jueves Santo es el día de la entrega de Cristo a su iglesia en puro amor, el día del Corpus Cristi ha de ser el día de la entrega de la Iglesia a los hermanos y también por puro amor.Jesús no quiere que le hagamos a el, quiere que le hagamos a los necesitados, a los que tenemos a nuestro lado y que lo están pasando mal. " Cada vez que lo hicieron con uno de estos a mi me lo hicieron. ¿Recuerdan?
¡¡¡ Feliz día de la solemnidad de la entrega !!
José Rodríguez Díaz.
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