"COMO EL GRANO DE TRIGO, QUE AL MORIR DA MIL FRUTOS."
La reflexión que les hace Jesús , provocada por este deseo de los gentiles no va en la línea del alborozo, ni de la alegría al saber que quieren conocerle, sino por la línea de la entrega y del testimonio en el sufrimiento y por eso es que les habla del grano de trigo que ha de morir, de no reservase la vida, de la condición del que quiera seguirle que ha de hacer lo mismo que el hace.
Jesús termina manifestando su angustia , anticipo de Getsemaní, como consecuencia lógica de su opción y en una oración muy breve pide al Padre que glorifique su nombre.
Y de nuevo nos encontramos que el Padre le refuerza y sostiene en ese momento de desconcierto y agitación, como el mismo Jesús manifiesta. " ahora mi alma está agitada", dice. La respuesta del Padre no se hace esperar.
Lo suyo es la entrega a la causa, lo del Padre revalidarlo como Hijo amado, entregado, al que hay que seguir escuchando.
El texto termina recordándonos que esta entrega generosa de Jesús va a servir de causa , de juicio . El mal será vencido y su vida, entregada en la cruz, causa y motivo para que los hombres se sientan atraídos por El. La salvación de la vida desde una vida entregada desde la generosidad y no exenta del miedo, de la angustia que atenaza.Y ese ha de ser el camino de los que quieren seguirlo, el camino de la iglesia hoy: Grano de trigo llamado a cumplir su misión dando fruto, germinando, dando vida.
Jesús dice a los discípulos que la voz escuchada no era para el, sino para los que estaban allí. Es decir, para que sepan que sepan que si el Padre me glorifica a mi, también lo hará con ustedes. Si viven desde la entrega generosa con todas las consecuencias y confiando en el, también serán glorificados, reconocidos por el como hijos amados.
El anuncio del Reino de Dios, de la Buena Nueva, va cargado de esperanza, de alegría, de confianza, de vida, pero también posee una dosis de generosidad que en determinado momentos, que a veces son decisivos, requieren renuncias muy especiales que hay que aceptar, aunque no se entienda y ahí es donde entra la confianza en el Padre con el hágase de nuestra parte que significa un abandono total en sus manos.Seguir a Jesús es alegría, entusiasmo, generosidad... entrega, y la entrega a veces duele pues significa negarse a sí mismo para que otros tengan vida: el grano de trigo.
¡¡Feliz día del Señor!!
José Rodríguez Díaz.
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