sábado, 24 de octubre de 2020

LA PALABRA DEL DOMINGO

 DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO.

CICLO A.

Mt.  22,34-40

LAS DOS DIMENSIONES DEL AMOR

En el texto del evangelio de este domingo nos encontramos que los fariseos no cesan de  intentar  dejar a Jesús en ridículo y en esta ocasión le preguntan por  el mandamiento principal de la Ley. Es una pregunta con trampa, importante y decisoria.   Si responde  con solo lo que está escrito, aquello de amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, etc,  le tacharan de insolidario y  de verticalismo, pero si responde que  lo mas importante es solo amar  a los otros, de  horizontalismo. Jesús responde con lo que está escrito, sin dejar atrás ni una sola coma, pero añade lo del prójimo, no solo es verticalidad  el amor de Dios, también es horizontalidad  y añade que en esta doble dimensión del mandamiento principal  se sustentas la Ley entera y los Profetas.

Esto nos está diciendo que no podemos refugiarnos  en el amor  de Dios  en exclusiva. Este amor tiene otra cara: el prójimo.

 A Dios, a veces, no cuesta amar: no se le ve. Pero al prójimos  sí es difícil amarlo; el prójimo nos necesita, nos  molesta, nos inquieta; hasta podemos tener motivos razonables  para no amarlo, porque es enemigo. Por eso hemos de recordar y meternos bien en la cabeza  que no hay mas que un solo amor con dos vertientes: Dios y el hermano. No ama a Dios quien no ama al hermano.

Si amamos con autenticidad y plenitud al prójimo, estamos saliendo de nosotros mismos " con toda el alma",  " con todo el ser"; tan totalmente, que nos estamos identificando con ese Horizonte inabarcable que nos trasciende y al que nos abrimos en despojo total.


E inversamente.Si es auténtico nuestro amor a Dios, tendrá que manifestarse inevitablemente en el amor a sus imágenes vivas.

 El Dios de la alianza no sólo quiere la fiel correspondencia y el amor de una alianza vertical del pueblo ,  de nosotros, con el. Exige también la dimensión horizontal de su alianza. Que los miembros de esa alianza se respeten y se amen entre sí.

 Esto, ¿ cómo hacerlo ? ¿ donde está  la norma y  guía?  Jesús  mismo nos  da la respuesta en las bienaventuranzas que no dejan de ser  una forma de explayar  los mandamientos de la Ley de Dios.

 

¡¡ Feliz día del Señor !!

José Rodríguez Díaz.




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