sábado, 28 de septiembre de 2019

LA PALABRA DEL DOMINGO.
DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C.
Luc. 16,19-31

                     DIOS CUENTA CON NOSOTROS En el evangelio de la semana pasada veíamos cómo Jesús hablaba a los discípulos y les pedía fidelidad , aun en lo mas pequeño, advirtiéndoles de la pendiente que se inicia al ser infiel en lo poco  y que si no se corrige lleva al caos  terminando por querer servir a dos señores.
 En el texto de hoy Jesús habla  a los fariseos recordándoles la misión que tienen  como  lideres religiosos  del pueblo y cómo la misericordia, la cercanía y la solidaridad con los mas pobres no se pueden olvidar  ni dar de lado, porque  en ello  va la fidelidad a la ley, a los profetas, a Moisés y en definitiva al mismo Yavé. 
Jesús les recuerda todo esto con la parábola  en la que un pobre pasa hambre y el rico, a quien le sobra de todo, no quiere o no es capaz, de darse cuenta de que  este hombre esta a su puerta esperando alcanzar algo para llevar a su estomago vacío
 Con esta parábola Jesús invita a los fariseos a  estar mas atentos a la misión que se les ha encomendado, y les dice que Yavé cuenta con ellos para aliviar los dolores, las penas y el hambre de los desfavorecidos  que están ahí, a la puerta.
Jesús decía esto a los fariseos y nos lo dice hoy a nosotros. No  podemos mirar para otro lado, no podemos ignorar el sufrimiento y el dolor en el mundo, no podemos cerrar nuestro corazón al que espera de nosotros, a nuestra puerta.
El anuncio del Reino de Dios pasa por ahí y esto  hemos de entenderlo y llevarlo a la práctica.  Vivir en cristiano supone vivir en  una solidaridad siempre abierta y confiada.
Al otro, al prójimo, debemos mirarlo  como la presencia de Dios en nuestra vida, que a veces necesita ayuda y, a veces, nos alegra el corazón con su presencia
Se juntan por tanto, en en esta enseñanza de Jesús,  lo principal de la ley: amor a Dios  y amor al prójimo.
El peligro está en pensar que los otros no son dignos de Dios y yo si. La sorpresa vendrá cuando ya sin nada, ni la misma vida, nos  presentemos ante Dios, a quien no podemos  engañar ni manipular y en donde ya no es posible corregir nuestras actitudes, nuestras decisiones u opciones.
 ¡¡ Feliz día del Señor!!
  

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