DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C.
Luc,10,38-42
" MARTA LO RECIBIÓ EN SU CASA "
El texto del evangelio de hoy nos invita a la reflexión en un momento en el que la Iglesia está preocupada y eso esta bien, por anunciar de forma eficaz la Buena Noticia que le ha sido encomendada en medio de un mundo donde todo y nada es al mismo tiempo, donde nada es seguro, nada parece ser estable, en donde la prisa y el reloj se convierten en auténticos tiranos.
Nos preocupa hacerlo, es urgente, pensamos y surgen proyectos de trabajo, reuniones, asambleas, etc, etc.
Creo que la reflexión a la que no invita el evangelio está en hacernos caer en la cuenta de la necesidad de parar y escuchar a aquel que nos envía antes que otra cosa.
No es suficiente con acoger al Maestro como hace Marta, que ademas se empeña en que no falte nada, de que todo esté apunto. A Marta le falta algo importante en esta acogida generosa que hace recibiendo al Señor en su casa, le falta pararse a escuchar, saber que es lo que quiere y desea el que ha venido,le falta dar calor de hogar a la acogida.
Nada sacamos con abrir las puertas al que llega si después no le hacemos caso y seguimos con lo que teníamos entre manos, sin prestarle atención.
La alabanza que Jesús hace a María y la llamada cariñosa de atención que hace a Marta, no dejan de ser hoy para la Iglesia algo a tener presente.
Hay que trabajar, pero sabiendo por quien lo hacemos, empapándonos primero de lo que hemos de decir, entablando profunda amistad con el que nos envía, profunda comunión y luego, luego empezar el hacer, no olvidando la dimensión de la escucha y acudiendo a los pies del Maestro todas las veces que haga falta, porque cada situación, cada momento, son únicos y como tales hay que ponerse ante ellos y siempre desde el Señor.
San Benito entendió esto sabiamente y en el lema para sus monjes escribió " ora y trabaja" y no al revés
!!FELIZ DÍA DEL SEÑOR ¡¡
Luc,10,38-42
" MARTA LO RECIBIÓ EN SU CASA "
El texto del evangelio de hoy nos invita a la reflexión en un momento en el que la Iglesia está preocupada y eso esta bien, por anunciar de forma eficaz la Buena Noticia que le ha sido encomendada en medio de un mundo donde todo y nada es al mismo tiempo, donde nada es seguro, nada parece ser estable, en donde la prisa y el reloj se convierten en auténticos tiranos.
Nos preocupa hacerlo, es urgente, pensamos y surgen proyectos de trabajo, reuniones, asambleas, etc, etc.
Creo que la reflexión a la que no invita el evangelio está en hacernos caer en la cuenta de la necesidad de parar y escuchar a aquel que nos envía antes que otra cosa.
No es suficiente con acoger al Maestro como hace Marta, que ademas se empeña en que no falte nada, de que todo esté apunto. A Marta le falta algo importante en esta acogida generosa que hace recibiendo al Señor en su casa, le falta pararse a escuchar, saber que es lo que quiere y desea el que ha venido,le falta dar calor de hogar a la acogida.
Nada sacamos con abrir las puertas al que llega si después no le hacemos caso y seguimos con lo que teníamos entre manos, sin prestarle atención.
La alabanza que Jesús hace a María y la llamada cariñosa de atención que hace a Marta, no dejan de ser hoy para la Iglesia algo a tener presente.
Hay que trabajar, pero sabiendo por quien lo hacemos, empapándonos primero de lo que hemos de decir, entablando profunda amistad con el que nos envía, profunda comunión y luego, luego empezar el hacer, no olvidando la dimensión de la escucha y acudiendo a los pies del Maestro todas las veces que haga falta, porque cada situación, cada momento, son únicos y como tales hay que ponerse ante ellos y siempre desde el Señor.
San Benito entendió esto sabiamente y en el lema para sus monjes escribió " ora y trabaja" y no al revés
!!FELIZ DÍA DEL SEÑOR ¡¡
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