sábado, 24 de junio de 2017

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO . CICLO A.
Mt. 10,26-32.

NO TENGAN MIEDO
¿Quien no ha sentido, por lo menos una vez en su vida, las garras del miedo que paraliza e impide que pensemos o hagamos cualquier cosa que estamos llamados ha hacer? ¿Quien no ha buscado refugio en amigos o en la familia o a intentado huir hacia adelante cuando cualquier situación puede poner en peligro su estabilidad e inclusive su vida?
       Jesús  no terminó su vida terrena así por pura casualidad.

Pues de eso es de lo que Jesús habla en el texto de este domingo a los  apóstoles diciéndoles una y otra vez, que no tengan miedo al tiempo que les invita a tener confianza en el Padre.
Se ve que Jesús no habla de memoria y que esa es una lección aprendida a lo largo de los días de su vida y que tendrá que seguir aprendiendo; me viene a la mente Getsemaní. Ese  saberse buscado y no precisamente para hacerle un regalo, con el que tiene que convivir cada día, le ha llevado a poner su confianza total en el Padre y así lo enseña, sabe , y bien que sabe, que  a los que le siguen, tanto en aquel momento y circunstancia, como ahora, les va a pasar lo mismo.Termina el texto con una promesa de correspondencia a la fidelidad  del que le confiese ante los hombres.
El mundo, la gente, no queremos sufrir, se nos hace cuesta arriba pensar en ello, pero sabemos  de sobra y por otro lado, que el sufrimiento llegará mas tarde o mas temprano. Esto es así, una veces por enfermedad, otras por fidelidad a nosotros mismos o a los otros; unas veces desde los nuestros y otras desde lo que consideramos que no lo son; unas veces por ideologías  ajenas a lo que pensamos y decimos y otras por nuestras infidelidades que provocan el  deseo de hacernos  desaparecer y que sirve de justificación, las infidelidades digo, a los que lo hacen. 
Estar al tanto, estar alerta.
 Es necesario saber donde ponemos nuestra confianza y  donde hemos de encontrar nuestra fuerza ante  el testimonio  que  solicita cualquier adversidad.
Ser cristiano, lo vamos descubriendo poco a poco, no es una moda, tampoco es una ideología .Ser cristianos significa ser de Cristo y ser de Cristo nos lleva irremediablemente a estar en primera linea de tiro Esta conciencia no nos debe privar de alegrías y recompensas  pero ojo, que cuando mas tranquilo estemos  puede el lobo enseñar su orejas.Siempre ha sido así y lo seguirá siendo. Por eso Jesús advierte, nos advierte.
Nuestra confianza y esperanza en el Padre, aprendiendo de Jesús. Como el hacia, así también nosotros.
¡¡ Feliz día del Señor !!
  

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