LA FAMILA: DON Y PRESENCIA DE DIOS.
En este último fin de semana del año y dentro de las fiestas del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, somos invitados a contemplar la familia de Nazaret compuesta por Jesús María y José.Esta familia, como toda familia, han de trabajar y luchar para salir adelante, pero ellos saben y bien que saben, que no están solos, hay algo que está sucediendo y que con el paso del tiempo se irá dando a conocer. Este niño que ha nacido, se le ha dicho a los padres, es presencia de Dios en el mundo, es la promesa hecha a los antepasados que está ya siendo cumplida. Ellos lo saben, los padres lo saben y esperan en una apertura total al misterio de Dios que ha sido puesto en sus manos para darse al mundo. La promesa que ya fué hecha a Abrahán y mas tarde a David y repetida por los profetas, de que será el Señor quien construya una gran familia a partir de la fe y la obediencia, de la escucha y aceptación de su palabra, se está cumpliendo. Solo les queda estar abiertos a esa presencia- acción de Dios, seguir con la ocupación y preocupación de cada día y esperar porque es el Señor el que ha de continuar haciendo su obra a partir de la entrega y dedicación en la crianza de este Hijo que les ha sido dado y que está llamado a ser para todos . En El está el germen de una nueva familia que crecerá a partir de la escucha de la palabra y la aceptación de Dios en la vida, en el cada día . Así lo dirá cuando ya mayor y estando hablando del Padre le reclaman por la presencia de su madre y sus hermanos : " Los que escuchan la palabra de Dios, esos son mi madre y mis hermanos"
La que conocemos como la Sagrada Familia, que a los ojos de todos era una familia mas,(¿ No es este el hijo de José y sus hermanos y hermanas, no están entre nosotros? se preguntaba la gente cuando ya de mayor le oían hablar y se extrañaban, es una familia que a optado por ser obediente a la Palabra de Dios que llegando a sus vidas de forma inesperada y como sucedió a Abrahán, han de iniciar un nuevo camino sin saber hasta donde llegará, solo se han de apoyar en la veracidad y la promesa de lo que se les ha dicho, renunciando a proyectos personales y afrontando lo que significa el proyecto y la vocación a la que son llamados. El Señor les sostendrá en este nuevo caminar que en Belén se inicia con perspectivas de universalidad para todo el que quiera escuchar y seguir sus caminos.
Y así, la familia cristiana hoy, está llamada a saber escuchar, a saber rastrear los caminos del Señor, a saber descubrirle en en medio de vicisitudes, de luces o sombras, con sacrificio muchas veces también con esfuerzo, pero también con la certeza y la paz de saber que el Señor les acompaña en su caminar en todo lo que significa permanecer unidos en el amor, la obediencia y la escucha de la Palabra, que es promesa y realidad en medio de ella. Saber descubrir la presencia de Dios que sigue actuando y llevando a cabo la promesa hecha a los padres en la fe. Así lo dice María en su magnifica y así se sigue realizando todos y cada uno de nuestros días.Y es esta familia nueva que somos nosotros hoy, que compone la Iglesia, la que ha de poner sus ojos en la de Nazaret tratando de vivir como ella vivió, aceptando y caminando, haciendo pueblo, haciendo iglesia, reforzando el proyecto de Dios para todo hombre o mujer que estén dispuestos y quieran caminar junto a, por los caminos del Señor, en medio de una sociedad que presume de no necesitar de la gracia divina para organizarse y que en muchas ocasiones no le importa romper con todo, hasta con el vínculo del amor, con tal de alcanzar sus objetivo en aras de una libertad que termina convertida en cerrazón y dolor para el hombre. Eso ya paso, pero el Señor cumplió su promesa y cuidó de los suyos. Lo mismo hará con nosotros si sabemos permanecer fieles a su palabra.
¡¡FELIZ DÍA DE LA FAMILIA!!
José Rodríguez Díaz