ESE BUSCAR LAS COSAS DE ALLÁ ARRIBA.
El texto del evangelio de este domingo nos lleva a una comida a la que Jesús es invitado por un fariseo principal. Es sábado, día de fiesta. Es el día del Señor.Nos dice el texto que Jesús está siendo espiado, pero el no se arredra y habla, habla con total libertad y habla directo al corazón. Lo hace generalizando, pero los que le escuchan sabe que el tema va por ellos y les habla de humildad, de sencillez, de no arrogancia, de no creerse mas importantes que los otros, de cercanía. En una palabra, les esta invitando a entrar dentro de ellos y lo hace desde lo que observa : " los convidados escogían los primeros puestos"
Todo eso que Jesús denuncia en esta ocasión forma parte del bagaje del anuncio del Reino y es lo que posibilita que el hombre se pueda encontrar con
Dios en su vida porque mientras el hombre esté poseído de si mismo, de su yo, estará aunque no lo crea, cerrado a la misericordia, al perdón de Dios, al encuentro con el Señor y por ende con los hermanos. La propuesta que hace Jesús es todo lo contrario de lo que observa en estos hombres que están al servicio de los Dios y de los hombres, son fariseos los que se sientan a la mesa no de modo fraterno sino desde la rivalidad y a quienes invita a fomentar y trabajar por la fraternidad, que rompe con toda rivalidad y diferencia. No te importe el pago que puedas recibir , les dice, por tu generosidad, que te importe la alegría del encuentro y la comunión que con ello se va fraguando. Es no dejar que en el corazón se acomode el egoísmo y la distancia cerrando el circulo con solo los amigos sin estar abiertos a la vida y necesidad real de los demás.
El texto termina con la bienaventuranza del que acoge a los mas necesitados: Pobres, lisiados, cojos y ciegos " Dichoso tú, porque no pueden pagarte". La paga será la de los justos y esa, solo la da el Padre. Ese ha de ser el primer puesto al que hemos de aspirar. Ser reconocidos por Dios como Hijos suyos porque hemos sido capaces de ablandar nuestro corazón ante los que no pueden pagar.
Todo esto, nos dice Lucas, sucede en sábado, en casa de un hombre de Dios, en el día del Señor y en el transcurso de una comida en donde es inevitable no mirarse a los ojos y palpar de cerca lo que siente cada corazón. Jesús aprovecha la cercanía para invitar a una reflexión que ha de llevar a un cambio de vida en aquellos que han sido designados para mostrar la misericordia de Dios al mundo pero que se están dejando ganar por sus egos personales y desatendiendo lo que saben deben hacer.¡¡Feliz día del Señor !!
José Rodríguez Díaz
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