QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO . CICLO A.
Mt. 5,13-16
¡¡¡ SEÑOR, TU ERES NUESTRA LUZ !!!
Desde el texto del evangelio que se ofrece hoy a nuestra consideración y después de invitar Jesús a una vida desde el Padre y anclados en la realidad del acontecer de cada día, proclamando las Bienaventuranzas, Jesús nos invita, con el símil de la sal y de la luz, a ser fieles, a permanecer en fidelidad.
La fe debe ser como lampara, como sal... Lampara llamada alumbrar la vida, no solo la nuestra, sino también la de todos los hombres... Sal que da sabor, que hace la vida mas agradable, que devuelve la alegría, el paladar por lo de cada día.
Para eso somos llamados e invitados, no obligados. También es cierto que seguir a Jesús significa que hemos de escucharle y hacer ese esfuerzo de transformación que el Reino de Dios nos pide estando inmersos en el acontecer de las horas, dejándonos enseñar por el Maestro , aprendiendo de El la comunión con el Padre. Solo desde ahí podremos llevar a cabo esta hermosa utopía que Jesús nos propone, solo desde ahí es desde donde la fe encuentra sentido y razón, cuando la hacemos efectiva, cuando dejamos que la inspiración del Evangelio que el Espíritu pone en nuestra vida vaya siendo una realidad cada vez mas transparente y concreta.
La vida del cristiano esta llamada a disipar sombras. Esas sombras que se ciernen en la vida y en el corazón de los hombres y mujeres que luchan por sacar adelante el día a día y en donde pierden fuerzas, esperanza y en donde las ilusiones son cada vez mas escasas.
Jesús nos encomienda una hermosa tarea: ser testigos del amor de Dios a los hombres que es el único que puede devolverles la ilusión , sacar del cansancio y afianzar en la esperanza: " Alumbre así vuestra luz a los hombres " nos dice. Esa es nuestra misión. No debemos, no podemos olvidar que para alumbrar hemos de dejar que nos alumbres el que es la luz.
La vida del cristiano esta llamada a disipar sombras. Esas sombras que se ciernen en la vida y en el corazón de los hombres y mujeres que luchan por sacar adelante el día a día y en donde pierden fuerzas, esperanza y en donde las ilusiones son cada vez mas escasas.
Jesús nos encomienda una hermosa tarea: ser testigos del amor de Dios a los hombres que es el único que puede devolverles la ilusión , sacar del cansancio y afianzar en la esperanza: " Alumbre así vuestra luz a los hombres " nos dice. Esa es nuestra misión. No debemos, no podemos olvidar que para alumbrar hemos de dejar que nos alumbres el que es la luz.
¡¡¡Feliz día del Señor!!!
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