sábado, 20 de abril de 2019

SÁBADO SANTO.

SÁBADO DE SILENCIO  Y DE ESPERANZA


  Hoy es el día de la espera y la esperanza, también el día en donde los temores siguen atenazando a pesar de las palabras dichas porque lo vivido  se impone y lo vivido no es mas que la muerte que siembra el desconcierto. Es el día de la fe  ciega de los que creyeron y creemos y que saben que a pesar de todo su palabra se cumplirá,  no saben como ni de que manera, pero lo saben y  quieren seguir guardando en lo mas íntimo y recóndito del corazón. Saben que aquellas palabra que un día escucharon y que llenaron de paz y consuelo el corazón, se cumplirán.
 También nosotros hoy, después de tanto tiempo transcurrido esperamos. Si, esperamos  y queremos ver y experimentar que su palabra sigue siendo valida para estos tiempos a pesar de todo lo que sucede a nuestro alrededor.
  Hay que esperar, tenemos que aprender a saber esperar. La luz  llegará, la luz  que iluminará todo y lo hará todo nuevo. El se levantará  victorioso y con el consuelo de su presencia nos devolverá la alegría  perdida, hará que se disipen los miedos y la nostalgia. Le vamos a poder contemplar y disfrutar  resucitado.
Llegará el día del Señor que con su misericordia lo hará todo nuevo y  lo cantaremos y será la gran victoria del amor sobre el  dolor, la tristeza y la muerte en el mundo.La alegría se desbordará y sentiremos cómo  quema nuestro corazón al saber y experimentar de su presencia.
En el silencio de la oración esperanzada, en lo mas íntimo de nuestro corazón, sabemos que la semilla sembrada germinará y dará  fruto.
 Hoy, sábado del silencio, estamos llamados a recordar sus palabras, sus gestos y esa presencia suya que lo invadía todo, que lo llenaba todo, que daba una nueva dimensión a la existencia lanzándola hacia un futuro mejor, mas libre y esperanzado.
Ahora, hoy, es  tiempo de espera,  tiempo de  esperanza.
   



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