"PAREN EL MUNDO QUE ME QUIERO BAJAR"
Estamos terminando el mes de agosto y con el la gran mayoría de los ciudadanos volvemos a nuestra rutina diaria. Es verdad que quedan aún personas por tener su tiempo de descanso en el mes de Septiembre, pero la gran mayoría si no lo hemos tenido en Julio lo hemos tenido en Agosto y hemos de disponemos a iniciar con el mes que estrenamos la rutina de cada día: las clases de los peques, las catequesis en las parroquias, el ritmo que recobra la ciudad con la cruz y calvario de atascos y esperas, los temas por resolver que quedaron pendientes...etc.etc.
Total, que en una semana ya se nos olvidan las vacaciones y aunque el estrés no llega de repente, si que vamos poniendo las bases para que mas tarde o mas temprano empiece a asomar sus orejuelas.
El calor, por regla general, seguirá atosigando porque es que el verano no termina hasta el veinte y uno del mes iniciado.
Un verano mas y un verano menos y así vamos avanzando en la vida con ciertos trompicones, pero avanzando. Lo importante, creo yo, es que tengamos al menos algunas cosas claras para el curso que se inicia. Si ha habido cambios importantes, pensar como vamos a continuar y que cosas no se nos pueden escapar, poner la mano en el arado y empezar con tesón e ilusión. Todo cambio es bueno, pero también exige un plus de atención para salir victoriosos y si no los ha habido, no dejarnos coger por la rutina y lo sabido, tratar de renovar y renovarnos porque siempre hay algo que corregir, que retocar, que repensar.
Se suele decir que "cada maestrillo tiene su librillo" y este es el mío. De esta forma nos podemos liberar del famoso estrés de la vuelta de vacaciones, nos ilusionamos con lo que hacemos, nos sentimos mas a gusto y somo mas felices, porque a fin de cuentas de eso es de lo que se trata.
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