IGLESIA = NAZARET ...?
En este domingo tercero del tiempo ordinario el Evangelista San Lucas despues de declararnos su intención y decirnos a quien dedica toda su obra nos lleva de la mano hasta Nazaret, el pueblo de Jesús.
Allí le encontramos en medio de sus paisanos en sábado, en la sinagoga, es el día del Señor, como todo buen judio, leyendo la palabra de Dios que le lleva a manifestarse, porque ya es el tiempo previsto, como aquel de quien hablaron los profetas. Se aplica a sí mismo el texto de Isaías en medio de la solemnidad que provoca la lectura de esta palabra tan vieja y tan cargada de esperanza y ante la espectación de los que están deseosos de oírle hablar: Por fin tenemos con nosotros al hijo de José que nos dirige la palabra, por fin tenemos ocasión de escucharle, pesarían.
Jesús, atribuyéndose lo que acaba de proclamar en medio del respeto de los asistentes, les indica que el momento de la acción liberadora de Dios se está cumpliendo y lo hace como un canto a la libertad, a la renovación de todo lo herido, al perdón. Ese : "Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír" nos lo está indicando.
No va a quedar encerrado en las cuatro paredes de la sinagoga en la que se pronuncio. Esa palabra leída y releída tantas veces, por generaciones de judíos piadosos que provocaba unas veces esperanza y otras desconsuelo, porque no se veía ni intuía su cumplimiento inmediato, y que en mas de una ocasión provoco alguna que otra lágrima de dolor, hoy, de repente, encuentra cumplimiento y es un hijo del pueblo, uno que ha crecido entre nosotros y que tantas veces ha compartido la oración en esta sinagoga, el que nos dice que con el se cumple y se inicia ya esa obra de liberación prometida por Dios.
De nuevo nos encontramos con la acción de Dios que actúa en la historia valiéndose de los acontecimientos que el hombre vive y lleva acabo, sin romper esquema, sin violentar libertades y ofreciéndose como salvación que libera y se empeña en poner al hombre de pie: " El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor"
Es el programa de vida que Jesús hace suyo. Es, digamos, su hoja de ruta de la que en muchas ocasiones van a intentarle apartar, pero que el no dejará por nada del mundo. Es el Amor de Dios que se manifiesta en el Hijo Amado.
Lucas a gustado situar en Nazaret los comienzos de la obra de la salvación, de la renovación de todo lo creado, de su restauración, con la Encarnación primero y ahora con la proclamación de que el Reino de Dios ya está empezado.
Hoy la iglesia está llamada a ser ese Nazaret en donde Dios se hace hombre, donde, como hombre, asume el compromiso contraído por Dios con los padres, muchos años atrás, de anunciar la liberación y el socorro a los que lo necesitan y eso no puede quedar encerrado en sus cuatro paredes, lo mismo que no quedo ocultó en las paredes húmedas de aquella sinagoga. Hay que sacarlo a la luz, darlo conocer a los demás, anunciarlo a los hombres, en una palabra, hacerlo vida.
El anuncio de la iglesia no puede ser nunca distinto ni estar de espalda al anuncio que Jesús hizo en su día y vivió con transparencia de vida hasta el último instante: "Hoy estarás conmigo en el paraíso"
Si así lo hiciera, no sería la iglesia de Jesús, sería otra cosa.
FELIZ DÍA DEL SEÑOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario