sábado, 6 de noviembre de 2021

NOTICIAS DE NUESTRA PARROQUIA


 Como todos sabemos este fin de semana celebramos el Día de la Iglesia Diocesana, por lo que las oraciones y nuestra aportación monetaria irá destinado a ello.

 Para el próximo domingo trasladamos el día de  la colecta que dedicamos a Caritas que coincide con  el día del Pobre.


LA PALABRA DEL DOMINGO . DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B

 SIGNO DE NUESTRA ENTREGA PERSONAL

   El texto del evangelio de este domingo nos presenta dos momentos que aparentemente no tienen  nada que ver  el uno con el otro, pero si, si  que lo tiene.  Jesús  observando lo que sucede en el templo advierte a la gente que no sean como  letrados  que les encanta pavonearse ente la gente a costa del supuesto servicio que hacen a Dios atendiendo a los necesitados, pero que no dejan de ser  rapaces. En el segundo momento  llama la atención sobre la actitud de una viuda  pobre que   pone en el cepillo  lo que necesita para vivir. A vista de vuela pájaro  nos damos cuenta muy rápido de que  unos se aprovechan de Dios y la otra se entrega a Dios.

   Y ahí es donde esta la pregunta que nos hemos de hacer,  ¿Nos aprovechamos de Dios o le servimos?  ¿Dónde estamos?

La pregunta va directa al corazón y la respuesta ha de ser personal y sin tapujos, no valen  excusas.

 La limosna ha de ser expresión de nuestra entrega personal, de nuestro querer servir poniendo a disposición de  quien  lo necesite  lo que somos y tenemos. Ha de ser expresión de nuestro amor a Dios.

Por otro lado, sabemos que Dios no es un Dios de cantidades, sino de calidades. No calibra el exterior. Quiere corazones  y voluntades. El hará el resto.

Así que, a la hora de compartir, tengamos  en cuenta el criterio de Cristo : no solo hay que dar lo que sobra , sino aún aquello que necesitamos para vivir pues solo tiene sentido  compartir los bienes  cuando es signo de la entrega personal.

¡¡Feliz día del Señor!!

José Rodríguez Díaz 


Cardenal Arizmendi: "Otro país, con buenos gobernantes"


 El Cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas, México, analiza las problemáticas a nivel político de su país a partir de tres acciones concretas que la ciudadanía debe poner en marcha: ver, pensar y actuar. Asimismo, el purpurado declara que si alguien tiene un cargo público, "debe ejercerlo con justicia y amor a los demás”.

VER

Quienes gobiernan en muchos de nuestros pueblos no son las autoridades constituidas, sino grupos de extorsionadores que explotan a todo el que ellos deciden. Como amenazan con armas de alto poder a quien se resista, imponen su ley. Ellos son los que gobiernan. Nadie se atreve a poner una denuncia formal ante las instancias judiciales, porque con ello firmaría su sentencia de muerte. Y si se les informa a éstas extraoficialmente, no se nota que hagan algo para remediar la situación. Parece que se sienten impotentes y están rebasados, pues el dominio de esos grupos se extiende más y más. No quisiera pensar que están coludidos. ¡Necesitamos mejores gobernantes, legítimamente constituidos!

En nuestro país, por primera vez, el 27 de marzo de 2022, ejerceremos el derecho a votar para que al primer mandatario se le revoque su mandato que recibió por seis años y que ya cambiemos de gobierno, o que siga el mismo. Es un paso importante en la democracia. Llama la atención que los enemigos del Presidente no apoyen esa votación; quizá porque prevén que el resultado mayoritario haría que se sienta con más poder. Pero también puede pasar que sea considerable el número de los votos contrarios y que eso le haga replantearse algunas de sus actitudes, que son cuestionables. Sin embargo, con un gobierno o con otro, podemos seguir igual o peor. Lo que importa es que, sea quien sea, el gobernante sea justo, austero, humilde, preocupado por el bien común, sobre todo de los más desprotegidos; que sepa aconsejarse y pensar, en vez de decidir en forma primaria y autoritaria; que sea equilibrado, reflexivo y no se la pase ofendiendo y descalificando a medio mundo.

En las comunidades indígenas que no se han contaminado con las mañas de los partidos, nadie se propone para un cargo; es la comunidad la que los selecciona, los propone y los elige, a veces contra su voluntad. Se fijan en sus cualidades, en los servicios que ha dado, y sobre todo en su amor desinteresado al pueblo. Si se corrompe y los defrauda, de inmediato convocan asamblea y lo cambian. Esa es otra forma de democracia sin partidos políticos, muy valiosa. Los pueblos originarios también pueden aportar su experiencia y sabiduría, y no hay que menospreciarlos.

PENSAR

El Papa Francisco, en su visita a nuestro país en febrero de 2016, dijo a los líderes políticos y sociales en Palacio Nacional: “Un futuro esperanzador se forja en un presente de hombres y mujeres justos, honestos, capaces de empeñarse en el bien común. La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo.

 


El pueblo mexicano afianza su esperanza en la identidad que ha sido forjada en duros y difíciles momentos de su historia por grandes testimonios de ciudadanos que han comprendido que, para poder superar las situaciones nacidas de la cerrazón del individualismo, era necesario el acuerdo de las Instituciones políticas, sociales y de mercado, y de todos los hombres y mujeres que se comprometen en la búsqueda del bien común y en la promoción de la dignidad de la persona.

Una cultura ancestral y un capital humano esperanzador, como el vuestro, tienen que ser la fuente de estímulo para que encontremos nuevas formas de diálogo, de negociación, de puentes capaces de guiarnos por la senda del compromiso solidario. Un compromiso en el que todos, comenzando por los que nos llamamos cristianos, nos entreguemos a la construcción de «una política auténticamente humana» y una sociedad en la que nadie se sienta víctima de la cultura del descarte.

A los dirigentes de la vida social, cultural y política, les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz.

Esto no es sólo un asunto de leyes que requieran de actualizaciones y mejoras —siempre necesarias—, sino de una urgente formación de la responsabilidad personal de cada uno, con pleno respeto del otro como corresponsable en la causa común de promover el desarrollo nacional. Es una tarea que involucra a todo el pueblo mexicano en las distintas instancias tanto públicas como privadas, tanto colectivas como individuales”.

ACTUAR

Si alguien tiene un cargo público, ejérzalo con justicia y amor a los demás. Si alguien aspira a un puesto, edúquese en el servicio permanente a la comunidad. Si no lo eligen en una votación, siga desgastando su vida en bien de los demás; es lo que más lo colmará de satisfacción. Si alguien está siendo extorsionado, no responda con violencia o altanería, porque los armados se sienten omnipotentes y no entienden razones. Si alguien anda metido en esos grupos, conviértase de corazón: ame a Dios y ame a su prójimo. Su vida dará un giro de 90 grados y su conciencia le permitirá vivir y dormir tranquilo.

DIA DE LA IGLESIA DIOCESANA

Transcribimos la carta que nos envía nuestro obispo con motivo del Día de la Iglesia Diocesana.

José Mazuelos Pérez
Obispo de Canarias

  Nuestra Iglesia 2021: somos una familia.

En este año en el que el Papa Francisco  nos llama a toda  la Iglesia a reflexionar sobra la sinodalidad, celebrar el día de la Iglesia Diocesana tiene un sentido especial.
 La Iglesia Diocesana nos remite, por un lado, a la tradición apostólica, porque al frente de ella está el obispo, sucesor de los apóstoles y por otro nos recuerda que no se puede celebrar  y vivir la fe en solitario, sino como comunidad de los  hijos de Dios. Este día nos habla de la fe común,  vivida y profesada en la comunidad de fieles que camina en el territorio concreto de Canarias. Nos habla de un pueblo que participa de los mismos sacramentos, frecuenta los mismos templos, oye en ellos la palabra de Dios y se apoya humana y cristianamente en las necesidades materiales y espirituales. Es por ello que celebrar el día de la Iglesia Diocesana es  una llamada a la fraternidad y a la sinodalidad.
La celebración  del día de la Iglesia Diocesana es a su vez un invitación a reflexionar sobre las necesidades de nuestra Iglesia  concreta, ya que que sin la existencia de las piedras vivas, cimentadas en la Piedra Angular que es Cristo nada se puede hacer. Por tanto, necesita de nuestra ayuda en todos los sentidos. Necesita nuestra entrega y trabajo. Necesita que nos dispongamos a colaborar en la acción pastoral y apostólica, según las posibilidades de cada cual. Unos, orando constantemente para que se extienda el Reino de Dios; otros  asumiendo una responsabilidad concreta al interior de la Iglesia mediante servicio en la catequesis, en la liturgia, en las estructuras diocesanas o parroquiales de asesoramiento o trabajo, en la  atención caritativa, en la iluminación cristiana de la vida social y de las estructuras que la configuran y ordenan, etc.
Por último el Día de la Iglesia Diocesana es también un día para contemplar su misión y sentirnos orgullosos de pertenecer a un institución, que no se cansa de trabajar por construir una sociedad mejor y de colaborar con la sociedad  civil en la  construcción del bien común. De hecho,  la Iglesia aporta a la sociedad española mucho mas de lo que  recibe. 
Basta mirar la realidad de nuestra Caritas, los comedores sociales, el trabajo con los sin techo e inmigrantes, o la labor de tantos religiosos y religiosas con los mas desfavorecidos. Al mismo tiempo una mirada a nuestras parroquias nos muestra que son lugares repartidos por todos los pueblos y rincones de las ciudades en las que  hay un servicio de caridad permanente, se conserva el patrimonio, se educa en el amor y la caridad a los niños que reciben catequesis, se ayuda a los enfermos y a las familias y es un lugar donde todos los que están cansados y agobiados de la vida tienen un refugio.
Por todos ello, el Día de la Diócesis nos hace corresponsables a todos  de la vida de la Iglesia tanto en el aspecto material como espiritual. En lo material porque son necesarias instalaciones y medios para anunciar la Palabra de Dios en la catequesis, en la celebración de la Eucaristía, en la marcha y funcionamiento de los distintos grupos que conforman la realidad parroquial. Pero también desde la espiritual. No podemos conformarnos en dar un poco de nuestro dinero, con lo necesario que  hoy es para todo y, especialmente, para el ejercicio de la caridad; también estamos llamados a colaborar con nuestro tiempo, con nuestras capacidades y dones. Todo nos lo ha dado Dios, y a El queremos entregárselo para que la Iglesia entera siga  contribuyendo a crear una sociedad mejor.
Como todos los años, para que nuestra Iglesia de Canarias pueda ser esa gran familia de los Hijos de Dios, os invito a colaborar con nuestra Diócesis, aportando lo que tenemos: cualidades, tiempo o dinero. Somos la familia de los hijos de Dios y como familia todos somos corresponsables de su labor y de su sostenimiento.
 Os agradezco de corazón vuestra entrega y vuestra generosa colaboración. Que Dios os bendiga y la Santísima Virgen del Pino os proteja. 

Santa Misa presidida por el Papa Francisco en la Universidad Católica del Sagrado Corazón, 5-11-2021

 

* «Si queremos de verdad amar a Dios, debemos apasionarnos del hombre, de todo hombre, sobre todo de aquel que vive la condición en la que el Corazón de Jesús se ha manifestado: el dolor, el abandono, el descarte. Sobre todo, esta cultura del descarte que vivimos hoy. Cuando servimos al que sufre, consolamos y alegramos al Corazón de Cristo. El Corazón de Jesús late por nosotros rimando siempre estas palabras: ‘¡Ánimo! ¡No tengas miedo!’. Ánimo, hermana, ánimo, hermano, no desfallezcas, el Señor tu Dios es más grande que todos tus males, te toma de la mano y te acaricia. Es cercano a ti, es compasivo, es tierno. Él es tu consuelo»

Papa Francisco en homilía por obispos fallecidos, 4-11-2021: «Ante la muerte, aprendamos el arte de esperar la salvación venidera del Señor con paciencia confiada»


  «Las pruebas nos renuevan, porque eliminan muchas de las escorias y nos enseñan a mirar más allá de la oscuridad, a ver con nuestras propias manos que el Señor realmente salva y tiene el poder de transformarlo todo, incluso la muerte. Nos deja pasar por los cuellos de botella no para abandonarnos, sino para acompañarnos. Sí, porque Dios nos acompaña sobre todo en nuestro dolor, como un padre que ayuda a su hijo a crecer bien estando cerca de él en sus dificultades sin ocupar su lugar. Y antes de llorar, la emoción ya ha enrojecido los ojos de Dios Padre»

miércoles, 3 de noviembre de 2021

MONICIONES PARA EL DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B

 MONICIÓN DE ENTRADA.

Celebramos en este fin de semana El Día de  la Iglesia Diocesana  por el que somos invitados a  reforzar nuestra pertenencia  al grupo de los que seguimos a Jesús  en tiempo y espacio concreto. No dejemos pasar esta  celebración sin pararnos a  pensar  desde donde y cómo  estamos haciendo Iglesia. Recibamos al celebrante.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA ( 1º Re. 17,10 10-16)

El encuentro con el hombre Dios  devuelve la esperanza y la confianza a  la viuda que  siente cómo su vida está siendo aniquilada por la necesidad. Dios no es un  Dios de cantidades, sino de calidades.

SALMO RESPONSORIAL ( Sal.  145 ) " Alaba, alma mía, al Señor " 

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA ( Hebr.  9,24-28)

 El autor  de la  carta a los Hebreos nos habla de la importancia de Cristo  que en su entrega definitiva alcanza la salvación de una  vez por todas  intercediendo  por nosotros.

MONICIÓN AL EVANGELIO ( Marc. 12,38-44)

Jesús observa la actitud de la  gente  en el templo:  los que  buscan elogios, prebendas, privilegios y aplausos y el gesto de una viuda pobre que entrega lo que tiene para vivir. Servirse de Dios, servir a Dios.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

1.- Oremos por toda la Iglesia, para que  siempre sea fiel al anuncio de la Buena Noticia allí donde se encuentre. R

2.- Oremos por el Papa, los obispos y todos los que  han sido llamados  e invitados a seguir a Jesús   desde  cualquier ministerio, para que lo hagan siempre con alegría e ilusión. R

3.- Oremos por nuestra Diócesis, compuesta por parroquias, para que todos a una vivamos y anunciemos la Salvación de Cristo. R 

4.- Oremos por nuestra parroquia para que  no perdamos el ánimo de evangelizar  en la realidad espacio temporal donde  nos ha puesto el Señor. R

5. Oremos para que el Espíritu Santo nos  refuerce en la comunión y en la conciencia  de que  todos   conformamos  una gran familia, la Iglesia del Señor. R