sábado, 3 de abril de 2021

Birmania: «arrodillarse por la paz»


 La foto de la hermana Ann, la monja que se arrodilló frente a los policías durante las manifestaciones por la democracia en Myanmar, se ha convertido en un símbolo de lucha no violenta, de amor a su pueblo. Mientras el país se enrosca en una dinámica de guerra civil, la iglesia católica sigue defendiendo la paz y la democracia plena para la antigua Birmania.

La antigua Birmania, está en plena guerra civil. Durante diez años vivió en democracia, aunque controlada, hasta el golpe de Estado del 1 de febrero del año pasado. La Junta multiplica las acusaciones de crímenes contra Aug San Suu Kyi, líder de la Liga para la Democracia, que se encuentra bajo arresto domiciliario y no responde a los llamamientos internacionales para que se ponga fin a la represión.

Las imágenes de la monja católica javeriana en la ciudad de Myitkyina, capital del estado de Kachin, en el norte de Myanmar, aparecieron en sitios web y periódicos de todo el mundo, mientras se arrodillaba y rogaba las fuerzas de seguridad con equipo antidisturbios que no disparasen a los jóvenes manifestantes que protestaban pacíficamente.

Su nombre es Hermana Ann Nu Thawng, de la congregación religiosa de San Francisco Javier, y su gesto no violento, valiente, sencillo pero eficaz, se ha convertido en el símbolo, sea cual sea su evolución, de la crisis birmana, y seguirá siendo la efigie indeleble de una reivindicación popular de libertad y democracia por ahora no escuchada.

El compromiso de la Iglesia

Desde el comienzo de la crisis política en Myanmar, la Iglesia siempre ha estado en primera línea para que todo vuelva a la senda de la negociación. El cardenal Charles Bo, arzobispo de Yangon y presidente de los obispos birmanos, ha instado personalmente a salvar a Myanmar, ahora convertido en un campo de batalla, mediante un plan nacional de cooperación con las autoridades. La intención de la Iglesia es fomentar y mediar en el diálogo entre las partes. «Sólo el amor, no el odio, vence al odio», fueron las palabras pronunciadas por el cardenal en la homilía de la Santa Misa durante la Cuaresma, «que no se derrame más sangre inocente en esta tierra».

Después del golpe de estado el conflicto bélico se extiende por varias zonas del país, generando refugiados en las fronteras anexas como la de India.

Un país emparedado por dos gigantes geopolíticos (China e India) que vigilan y miran de reojo las imposiciones militares sobre la población.

Han pasado dos meses desde que el ejército birmano se hizo con el poder por las armas. Desde entonces, 1 de febrero, la junta militar acumula más de medio millar de cadáveres y cientos de heridos y detenidos. Además, la violencia de los últimos días ha forzado a miles de personas a buscar refugio en países vecinos como India o Tailandia, donde temen estar a las puertas de un éxodo masivo a consecuencia del derramamiento de sangre.

En India, que comparte una frontera de unos 1.650 kilómetros con Birmania, varios cientos de personas han buscado refugio en los estados nororientales de Manipur y Mizoram, incluidos varios policías que se negaron a seguir las instrucciones de disparar contra los manifestantes. Aunque desde Nueva Delhi llegaron al principio instrucciones de “rechazarlos cortésmente”, las críticas a esta decisión llevaron a cambiar de opinión y ofrecer ayuda.

Reza el Vía Crucis del Viernes Santo presidido por el Papa Francisco en el que ha orado “con y por” los niños del mundo, en la Plaza de San Pedro de Roma, 2-4-2021


 2 de abril de 2021.- (Camino católico)  “Señor, Padre bueno, también este año hemos hecho memoria del Vía Crucis de tu Hijo Jesús, y lo hemos hecho con las voces y las oraciones de los niños, que Tú mismo has indicado como ejemplo para entrar en tu reino. Ayúdanos a ser como ellos, pequeños, necesitados de todo, abiertos a la vida. Haz que volvamos a adquirir la pureza de la mirada y del corazón”, ha sido la invocación que ha dirigido el Papa Francisco al final del Vía Crucis que ha presidido este 2 de abril, Viernes Santo, en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

En su oración, el Santo Padre también ha pedido al Señor que, “bendiga y proteja a todos los niños del mundo, para que puedan crecer en edad, sabiduría y gracia, para que conozcan y sigan el proyecto de bien que Tú has pensado para cada uno. Bendice también a los padres y a cuantos colaboran con ellos en la educación de estos hijos tuyos, para que se sientan siempre unidos a ti al dar vida y amor”.

Las estaciones fueron colocadas alrededor del obelisco de la Plaza de San Pedro y a lo largo del camino que lleva al atrio de la Basílica Vaticana, en toda la trayectoria se colocaron antorchas que iluminaban el recorrido, las mismas que formaban una gran cruz luminosa que se extendía sobre la plaza vacía, escenario que nos recordaba la celebración de la Statio Orbis de hace un año atrás, cuando el Papa en un momento de oración extraordinaria pidió al Señor que salve a la humanidad de la pandemia del coronavirus.

Al igual que los años anteriores, la cruz que presidia la celebración fue llevada por un grupo de jóvenes y educadores que se encargaron de las meditaciones que fueron leídas por los propios autores. A cada meditación correspondía un dibujo que se fue mostrando a través de la televisión en directo. Al confiar las meditaciones del Vía Crucis a los niños, el Papa Francisco nos invita a mirar los sufrimientos de la humanidad -especialmente en este tiempo marcado por la pandemia- a través de los ojos de los más pequeños. Nos pide de alguna manera que nos rebajemos a mirar el mundo a la altura de su mirada. Las meditaciones las han compuesto niños y jóvenes, de entre 3 y 19 años, del Grupo Scout Agesci «Foligno I» (Umbría, Italia) y de la Parroquia de los Santos Mártires de Uganda de Roma.

SÁBADO SANTO ¿ QUE CELEBRAMOS EL SÁBADO SANTO ?


 ¿Qué celebramos los católicos el Sábado Santo?

Durante el Sábado Santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y su muerte, su descenso a los infiernos y esperando en oración y ayuno su resurrección.

Es el día del silencio: la comunidad cristiana vela junto al sepulcro. Callan las campanas y los instrumentos. Se ensaya el aleluya, pero en voz baja. Es día para profundizar. Para contemplar. El altar está despojado. El sagrario, abierto y vacío.

La Cruz sigue entronizada desde ayer. Central, iluminada, con un paño rojo, con un laurel de victoria. Dios ha muerto. Ha querido vencer con su propio dolor el mal de la humanidad.

Es el día de la ausencia. El Esposo nos ha sido arrebatado. Día de dolor, de reposo, de esperanza, de soledad. El mismo Cristo está callado. Él, que es el Verbo, la Palabra, está callado. Después de su último grito de la cruz “¿por qué me has abandonado”?- ahora él calla en el sepulcro.Descansa: “consummatum est”, “todo se ha cumplido”.

Pero este silencio se puede llamar plenitud de la palabra. El anonadamiento, es elocuente. “Fulget crucis mysterium”: “resplandece el misterio de la Cruz.”

El Sábado es el día en que experimentamos el vacío. Si la fe, ungida de esperanza, no viera el horizonte último de esta realidad, caeríamos en el desaliento: “nosotros esperábamos… “, decían los discípulos de Emaús.

Es un día de meditación y silencio. Algo parecido a la escena que nos describe el libro de Job, cuando los amigos que fueron a visitarlo, al ver su estado, se quedaron mudos, atónitos ante su inmenso dolor: “se sentaron en el suelo junto a él, durante siete días y siete noches. Y ninguno le dijo una palabra, porque veían que el dolor era muy grande” (Job. 2, 13).

Eso sí, no es un día vacío en el que “no pasa nada”. Ni un duplicado del Viernes. La gran lección es ésta: Cristo está en el sepulcro, ha bajado al lugar de los muertos, a lo más profundo a donde puede bajar una persona. Y junto a Él, como su Madre María, está la Iglesia, la esposa. Callada, como él.

El Sábado está en el corazón mismo del Triduo Pascual. Entre la muerte del Viernes y la resurrección del Domingo nos detenemos en el sepulcro. Un día puente, pero con personalidad. Son tres aspectos – no tanto momentos cronológicos – de un mismo y único misterio, el misterio de la Pascua de Jesús: muerto, sepultado, resucitado:

“…se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo…se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, es decir conociese el estado de muerte, el estado de separación entre su alma y su cuerpo, durante el tiempo comprendido entre el momento en que Él expiró en la cruz y el momento en que resucitó. Este estado de Cristo muerto es el misterio del sepulcro y del descenso a los infiernos. Es el misterio del Sábado Santo en el que Cristo depositado en la tumba manifiesta el gran reposo sabático de Dios después de realizar la salvación de los hombres, que establece en la paz al universo entero”.

 

LA VIGILIA PASCUAL

La celebración es el sábado por la noche, es una Vigilia en honor del Señor, según una antiquísima tradición (Ex. 12, 42), de manera que los fieles, siguiendo la exhortación del Evangelio (Lc. 12, 35 ss), tengan encendidas las lámparas como los que aguardan a su Señor cuando vuelva, para que, al llegar, los encuentre en vela y los haga sentar a su mesa.

La Vigilia Pascual se desarrolla en este orden:

1.- Breve Lucernario

Se bendice el fuego. Se prepara el cirio en el cual el sacerdote con un punzón traza una cruz. Luego marca en la parte superior la letra Alfa y en la inferior omega, entre los brazos de la cruz marca las cifras del año en curso. A continuación se anuncia el Pregón Pascual.

2.- Liturgia de la Palabra

En ella la Iglesia confiada en la Palabra y la promesa del Señor, media las maravillas que desde los comienzos realizó Dios con su pueblo.

3.- Liturgia Bautismal

Se llama a los catecúmenos, quienes son presentados ante el pueblo por sus padrinos: si son niños serán llevados por sus padres y padrinos. Se hace la renovación de los compromisos bautismales.

4.- Liturgia de la Eucaristía

Al acercarse ya el día de la Resurrección, la Iglesia es invitada a participar en el banquete eucarístico, que por su Muerte y Resurrección, el Señor preparó para su pueblo. En él participan por primera vez los neófitos.

Toda la celebración de la Vigilia pascual se realiza durante la noche, de tal manera que no se vaya a comenzar antes de iniciarse la noche, o se termine la aurora del Domingo.

La Misa, aunque se celebre antes de la media noche, es la Misa Pascual del Domingo de Resurrección. Los que participan en esta misa, pueden volver a comulgar en la segunda Misa de Pascua.

El sacerdote y los ministros se revisten de blanco para Misa. Prepárense cirios para todos los que participan en la Vigilia.


Laboral: 228.000 jóvenes obligados a volver con sus padres en España


 Casi un cuarto de millón de jóvenes se han visto obligados a volver a vivir con sus padres ante la dureza de la crisis económica asociada a la pandemia, que está resultando especialmente intensa para quienes se encuentran en los primeros años de la vida laboral y que ha provocado un cortocircuito en los procesos de emancipación, que ya no eran muy potentes por la extensión de la precariedad en la última década.

Un total de 228.600 personas de 16 a 35 años volvieron a vivir con sus padres a lo largo del año pasado, según indican los datos de la Media de Trimestres de la EPA que elabora el INE (Instituto Nacional de Estadística), que vuelve a situar esa cifra por encima de los seis millones de personas una década después.

Ese nivel se superó por última vez en 2010, a comienzos de la anterior crisis y en un escenario demográfico muy distinto del actual: los 6,13 millones de jóvenes que entonces vivían con sus padres eran poco más de la mitad (52,2%) del colectivo, que entonces sumaba 11,73; los 6,02 actuales se acercan a las dos terceras partes (63,1%) de los 9,54 que lo forman hoy.

Esa cifra da idea de la magnitud del cortocircuito que se ha producido en los procesos de emancipación. Como también la da el hecho de que, según los datos del INE, esa cifra de 228.600 personas resulte superior al censo de ocho provincias de la España vaciada: Huesca (222.000), Cuenca (196.139), Zamora (170.588), Palencia (160.321), Ávila (157.664), Segovia (153.478), Teruel (134.176) y Soria (88.884).

La situación es dramática en España, con una tasa de paro juvenil del 40% y una de temporalidad del 60% entre quienes logran emplearse, a lo que se añaden las rotaciones y los bajos sueldos. «Si se le suman los precios de la vivienda, es imposible construir una trayectoria vital y un hogar«, señala el secretario de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de CCOO, que añade que «eso provoca frustración y genera un polvorín. Un país no puede salir a flote dando ese trato a su juventud».

 

Papa Francisco visita por sorpresa a las personas sin hogar vacunadas en el Aula Pablo VI el Viernes Santo


 2 de abril de 2021.- (Camino Católico)  Las vacunaciones para las personas sin hogar continúan en el Vaticano y esta mañana, Viernes Santo, poco antes de las 10 de la mañana, el Papa Francisco visitó el atrio del Aula Pablo VI, mientras el personal sanitario realizaba la infiltración de suero de algunas de estas personas en dificultad, que son acogidas y acompañadas por  asociaciones romanas.

El Pontífice saludó a los médicos y enfermeras, siguió el procedimiento de preparación de las dosis de las vacunas y habló con quienes esperaban la vacunación. Hasta la fecha, se han vacunado con la primera dosis unas 800 de las aproximadamente 1.200 personas necesitadas que recibirán la vacuna esta semana.

La vacunación del numeroso grupo de personas pobres y con dificultades tiene lugar esta Semana Santa por iniciativa de la Limosnería Apostólica, gracias a las dosis de las vacuna Pfizer-Biontech adquiridas por la Santa Sede y ofrecidas por el Hospital Lazzaro Spallanzani de Roma. Con este gesto, especificó la Limosnería en un comunicado, se quiere dar «concreción a los distintos llamamientos del Papa Francisco para que nadie quede excluido de la campaña de vacunación Covid-19.» 

Para realizar las inoculaciones que se administran en el Aula Pablo VI hay médicos, personal sanitario y voluntarios del ambulatorio «Madre de la Misericordia», situado bajo la columnata de Bernini en la Plaza de San Pedro, que ya han ofrecido asistencia a más de 1.200 marginados de 96 países, llevando a cabo test, hisopados y diagnósticos para detectar el coronavirus.

Además, «para compartir el milagro de la caridad hacia nuestros hermanos más vulnerables y darles la posibilidad de acceder a este derecho», se han abierto donaciones online en la cuenta de caridad del Papa Francisco gestionada por la Limosnería en www.elemosineria.va

Una especie de «vacuna en espera» para reiterar que todos, como ha recordado varias veces el Pontífice, «deben tener acceso a la vacuna, sin que nadie quede excluido por su pobreza.»


jueves, 1 de abril de 2021

JUEVES SANTO: EL AMOR FRATERNO



 El año treinta y tres de nuestra era, en Jerusalén, durante las fiestas de la pascua Judía, Jesús, como buen judío, se reúne, ya en los  últimos días de su vida, el lo sabia, con los suyos, a celebrar la Cena de Pascua. Acontece que aquella Cena se convierte en algo muy especial pues sobrepasa la celebración de un acontecimiento histórico para convertirse  en algo que trasciende  lo espacio temporal y queda en la historia como  memorial de  entrega y salvación para todos los hombres. Se produce la entrega definitiva de Dios a los hombres en una Nueva Alianza desde una cercanía  única en servicio y disponibilidad con un amor tierno y  definitivamente entregado. Es la Ultima Cena  con la que Jesús entrega su amor y pide  a los suyos que hagan lo mismo.

Ya, a partir de ese momento, los que seguimos a Jesús no podemos prescindir de encontrarnos  y celebrar en comunión  y junto al Maestro, trayendo  al presente, cada vez que lo hacemos, aquel momento, memorial de su entrega, de Nueva Alianza, cuyo  núcleo central y dinámico fue es y será, el amor  sin condiciones: día del amor fraterno.

Hay una invitación : tomad, esto es mi cuerpo. Un encargo: háganlo en memoria mía. Un mandato: ámense como yo les amo.

 Desde entonces ya , sabemos no podemos vivir sin ello, porque es ahí donde la comunión  tanto con Jesús  como con los hermanos se fragua,  crece y  se expande por el mundo entero. La iglesia  encuentra su  fuerza  y razón en la Eucaristía  celebrada como memorial, para ser testigo y ante cualquier circunstancia de la vida,  de que el amor es mas fuerte que la muerte, de que el amor  es lo que salvará al mundo, de que el amor es, en definitiva, lo que da sentido  a la existencia del hombre, sabiendo que ese amor no es  ni mas ni menos que la presencia de Dios, Dios mismo, que se derrama cada día en el mundo desde y con el esfuerzo, la entrega, las penas o alegrías, que  conforma la existencia del hombre, de todo hombre.

La Iglesia, toda ella,  nacida para  servir  en y desde el amor... La iglesia alimentada por el amor... La iglesia  llamada a la entrega  por amor... Así nos lo dijo el Maestro, así nos lo pidió y así debemos hacerlo.

 La Iglesia nace desde las entrañas de su maestro  por puro  amor entregado  y no puede, no debe olvidar, su  lugar de nacimiento. Ahí su ministerio, su ser sacerdotal. Los cristianos, los de Cristo, no podemos obviar, a pesar de las dificultades que puedan existir, de donde venimos  y  cual es nuestra meta. Lo nuestro  fue, es y  será  el amor . Siempre el amor en el tu a tu, en la cercanía...en el servicio.

¡¡Feliz día del amor fraterno !!


José Rodríguez Díaz


JUEVES SANTO: EL AMOR FRATERNO.

 Pedro Opeka con los empobrecidos en Madagascar «Hay que rebelarse frente a la injusticia»


“La Madre Teresa con pantalones”, “el santo de Madagascar”, “el apóstol de la basura”, “el albañil de Dios”: esos y más apodos ganó el cura argentino Pedro Opeka en los casi 50 años que lleva su tarea como misionero en la isla de Madagascar, en África; más precisamente en Akamasoa, donde antes había un basurero en que miles de personas vivían en la miseria y hoy, gracias a sus esfuerzos, existe una ciudad con redes de agua, escuelas, bibliotecas, espacios deportivos y museos.

Este año, al igual que en varias oportunidades anteriores, el padre Pedro fue propuesto como candidato para el premio Nobel de la Paz 2021. Su candidatura la formalizó Janez Jansa, el primer ministro de Eslovenia -el país de origen de sus padres-, quien justificó su apoyo al cura argentino por su dedicación a “ayudar a las personas que viven en condiciones de vida espantosas”.

Opeka, nacido en la localidad bonaerense de San Martín en 1948, comparte nominación en esta ocasión con la joven ambientalista sueca Greta Thunberg, la Organización Mundial de la Salud, el movimiento Black Lives Matter y Alexander Navalny, el principal opositor político de Vladimir Putin.

«Es una obligación humana y moral de ayudar a los más carenciados y a los que la sociedad ha olvidado. Las políticas de muchos gobiernos comienzan por ayudar a los que ya tienen, y se olvidan de los que no tienen y apenas sobreviven», expresó el sacerdote cuando vino al país en 2018 (Archivo DEF)

Su historia, que empezó en San Martín, siguió por las calles de La Matanza, su educación primaria en la Escuela Fragata Sarmiento N° 42 de Ramos Mejía, la secundaria en un colegio esloveno pupilo de Lanús, su noviciado en San Miguel, donde tuvo como profesor de teología a Pedro Bergoglio, y su paso por el fútbol, donde llegó a entrenar en la Tercera del Club Vélez cuando tuvo que decidir si apostar su futuro como deportista o respetar sus convicciones y entregarse a ayudar a los más necesitados.

Finalmente, su afición por La Biblia y la figura de Jesús, “el amigo de los pobres”, ganó la partida. A sus 18 años se fue a misionar a Neuquén, donde cerca de Junín de los Andes, sobre el río Malleo, construyó una casa para una familia mapuche. También acompañó a los matacos en Formosa. En esa experiencia reforzó su inclinación por el sacerdocio y en 1968 decidió embarcarse en un voluntariado misionero a África, donde vive desde entonces.

“Mi congregación, de San Vicente de Paul, pidió misioneros para la isla de Madagascar, porque no había. Y en aquel momento en Argentina se vivía bien, había sólo 3% de pobres, yo no quería huir de Argentina e ir a África para decir que me voy para un país más exótico. No, no fue eso. Fue realmente por ideal y cuando salí de Argentina lloré, lloré porque dejé una tierra que quería, mis padres, mis hermanas, hermanos y amigos. Yo quería muchísimo a esta tierra porque lo que yo soy hoy me lo dio la Argentina”, contó Opeka en una entrevista con Infobae.

El sacerdote ya tiene 72 años, hace cinco décadas vive en Madagascar y hace treinta años fundó Akamasoa. Según la asociación humanitaria fundada por Opeka, por ejemplo, en 2017 fueron 30.000 las personas que recibieron asistencia temporal, y más de 13.000 chicos se encontraban escolarizados, desde el nivel inicial hasta el terciario (Archivo DEF)

Así llegó hasta la isla de Madagascar que, de acuerdo a cifras de Naciones Unidas, tiene una población de 24.895.000 habitantes. De esa cifra, según la organización comunitaria global Acción Contra el Hambre, el 92% vive por debajo del umbral de pobreza con menos de dos dólares al día y más del 50% de los niños menores de cinco años padece desnutrición crónica.

Allí, gracias al fútbol y a su trabajo como albañil en las parroquias lazaristas y en los arrozales, Pedro Opeka, blanco, rubio y argentino, ganó la confianza del pueblo y logró conectar con ellos para conocer sus problemas. Los primeros 15 años estuvo en Vangaindrano, un pueblo ubicado en la selva tropical sobre la costa sureste de la isla. Allí, junto a otros curas de la misma congregación, construyeron dispensarios para salud, crearon cooperativas de trabajo y se dedicaron a mejorar la educación. En esos años padeció paludismo y parasitosis y, para tratar las enfermedades, debió trasladarse a Antananarivo, la capital del país, situada en el centro de la isla sobre una zona montañosa.

La semana siguiente, Opeka pasó circunstancialmente por un basurero, donde vio a cientos de niños pelear por un pedazo de comida con los animales. “Me quedé mudo. Yo dije acá no tengo derecho a hablar, aquí hay que actuar. Esa noche no pude dormir, levanté las manos, me puse de rodillas en mi cama y dije ‘Señor, ayúdame a hacer algo por esta gente’”, contó el propio padre.

«Hay que rebelarse frente a la injusticia contra los más pobres y luchar para que haya más igualdad entre los ciudadanos; hay que rebelarse contra el abismo norte-sur o entre países ricos y pobres; contra los políticos que se aprovechan del pueblo; contra la mentira; contra la dominación de un grupo sobre otro; contra la explotación de la mujer», dijo Opeka (Archivo DEF)

“Si están dispuestos a trabajar, yo los voy a ayudar”, les dijo a las familias que sobrevivían en casas de plástico y cartón sobre el basural. En 1990, fundó Akamasoa, que en idioma malgache significa “los buenos amigos” y 30 años más tarde lo que era un basurero hoy es una ciudad con más de 3 mil casas, 22 barrios e infraestructura para albergar a 29 mil personas. La organización calcula que rescataron a más de 500.000 personas de la extrema pobreza. Construyeron redes de agua, escuelas de todos los niveles, hospitales, guarderías, museos, canchas de deportes, espacios verdes, bibliotecas.

“Aquí había un lugar de exclusión, sufrimiento, violencia y muerte. Después de treinta años, se ha creado un oasis de esperanza en el que los niños han recuperado su dignidad, los jóvenes han regresado a la escuela, los padres han comenzado a trabajar para preparar un futuro para sus hijos”, pronunció el sacerdote en noviembre del año pasado, en el marco de una visita del papa Francisco.

En ese encuentro, en el que descubrieron que Jorge Bergoglio había tenido a Pedro Opeka de alumno, el Santo Padre subrayó: “Cada rincón de estos barrios, cada escuela o dispensario son un canto de esperanza que desmiente y silencia el destino”. “Hemos demostrado en Akamasoa que la pobreza no es un destino ineludible, sino que fue creada por la falta de sensibilidad social de los líderes políticos que han olvidado y dado la espalda a las personas que los eligieron”, exclamó el sacerdote. “Digámoslo con fuerza, la pobreza no es un destino ineludible”, concluyó Francisco.

Fuente Infobae