domingo, 5 de enero de 2025

SEIS DE ENERO. EPIFANÍA DEL SEÑOR. SOLEMNIDAD.

HEMOS VISTO SALIR SU ESTRELLA.

Hoy celebramos la fiesta del Dios que se deja encontrar  por los que le buscan de verdad, desde la sinceridad  y poniendo todo su empeño, sean de la nación que sean y vengan de donde vengan. Esos son los magos  que  con la ayuda de las escrituras y guiados por los signos de los tiempos, en este caso una estrella, descubrieron que Dios se había hecho presente en el mundo  y se dedicaron a rastrear su huella, a buscarle por los caminos de Norte a Sur. Encontraron dificultades pues al buscarle donde se suponía que debía estar, no estaba. Esto no les desanimó en ese empeño y no cejaron en su deseo hasta que dieron con él. El Señor les ilumino en esta tarea y llegando hasta su pies pudieron disfrutar al ver  el sueño cumplido, hecho realidad: encontraron a una familia humilde y a un niño  pobre como  presencia y de Dios y promesa cumplida.

Así tambien  nosotros hoy en la búsqueda de Dios, desde la escritura, desde los signos de los tiempos, desde la reflexión y ese  arriesgarlo todo poniéndonos en camino, en búsqueda.

Esta fiesta de hoy nos llega además de entre otras y muchas cosas, como una invitación a salir de nuestras comodidades, de nuestro sitios seguros  y echarnos a los caminos de la vida  en búsqueda del otro, arriesgando seguridades, el buen nombre, la integridad e inclusive la propia vida, arriesgarnos a preguntar por el otro, que es presencia de Dios y sobre todo, cuando  anda en el sufrimiento, en el abandono, en la soledad, en la indigencia, en la necesidad, en la incultura, en la soledad o en el miedo.

Es la fiesta  de la Epifanía del Dios que se revela a todos, que se deja encontrar por todos, que quiere ser signo de paz y comunión para todos, que quiere consolar a todos y  para eso necesita de nosotros, de todos nosotros, que ya le conocemos y sabemos de su consuelo, de su presencia, de su palabra  que arrebata, de su amor que sana y de su paz que es bálsamo para  nuestro corazón.

Es la fiesta  de la luz en la oscuridad, la fiesta del que busca y no se cansa de  hacerlo, la fiesta del que pregunta por Dios en el deseo de encontrarlo. Terminamos con lo que el profeta Isaías nos dice en la primera lectura:

"¡Levántate, brilla Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti; y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora". 

¡¡Feliz día de Reyes!!

José Rodríguez Díaz



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