sábado, 11 de enero de 2025

FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR.

 ACUDIR A NUESTRO JORDÁN.

Con  esta fiesta del Bautismo del señor  a orillas del Jordán cerramos el ciclo de las fiestas de la Navidad y poco a poco iremos acompañando a Jesús en su caminar  por su tierra hasta llegar a Jerusalén en donde su entrega alcanzará la cota mas alta.

Los textos que tenemos para reflexionar  nos presentan en la primera lectura que es de Isaías, al siervo obediente que es sostenido por el Señor y que además es su elegido, a quien prefiere y sobre quien está el espíritu y quién traerá el derecho a las naciones. El será el consuelo y la salvación para todo el que le invoque o a el se acerque, porque la justicia del Señor está en el, el es la alianza del Señor con el pueblo, la luz que alumbra a las naciones. De esta forma el profeta Isaías nos está presentando al prometido, al que vendrá y en ello, nosotros, después de conocer la vida y obra de Jesús, decimos: este es. Jesús es de quien está hablando Isaías porque en el se cumple todo lo dicho con palabra y obra.

En la segunda lectura  que es de los Hechos de los Apóstoles Pedro da testimonio de la universalidad de la salvación diciéndonos que Jesucristo es el Señor de todos y además, nos habla de lo acontecido en Jerusalén con Jesús  de Nazaret que ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos porque Dios estaba con él.

El texto del evangelio es de San Lucas que nos lleva hasta las riberas del Jordán en donde Juan está predicando la  conversión y el bautismo como gesto de arrepentimiento y de aceptación de Dios... y Jesús acude y se confunde con los que buscan a Dios, - el Dios que la gente busca es el Dios de Jesús - su perdón, su presencia. Lucas nos hace caer en la cuenta de que no solo está Jesús, sino que tambien lo están el Padre y el Espíritu. La obra de Jesús no solo es suya, sino que viene auspiciada  por el Dios Trinitario. Esto no es solo cosa de Jesús, esto es cosa de Dios.  Se nos dice, además, que este es el Hijo, el amado, el predilecto. En Jesús Dios busca al hombre  de forma resoluta y decidida y no tiene reparos en confundirse y mezclarse con el  aun y a pesar de que le consideren pecador.

Esto es lo que hoy celebramos  y esto a su vez ha de decirnos algo a nosotros que  nos consideramos seguidores de Cristo, es decir, cristianos. La consecuencia es evidente  pues hemos de empezar por preguntarnos que significa el bautismo, nuestro bautismo para  cada uno personalmente y como iglesia. Este gesto solidario de Jesús, no puede pasar inadvertido para nosotros, siendo así que nos damos cuenta y sabemos, de que es el primero de otros muchos que se van a repetir a lo largo de su vida y en donde Jesús no hace distingos entre  pecadores o no, gentiles o gente del pueblo de la alianza. El  trae  una nueva presencia de Dios  para todos y eso significa una nueva esperanza y una nueva forma de entender las relaciones humanas. Ya no va a ser la ley del Talión, sino  otra, la del amor.

Hoy es el día en que  reflexionando sobre el bautismo de Jesús,  estamos llamado a pararnos a pensar sobre nuestra relación con Dios, con los hermanos y con toda la creación.

El Bautismo significa  que queremos seguir los pasos de Jesús, aceptando a Dios como Padre,  caminando y buscando la hermandad con los hombres y mujeres que a lo largo de la vida quieren vivir el mismo estilo de vida que el, entregando ilusión  y siempre en busca de la verdad que en muchas ocasiones se esconde en el corazón del hombre. Hay que  tratar de espantar la  niebla que impide ver el camino y  que nos podamos encontrar.

 A orillas del Jordán se inicio algo nuevo que revoluciono y está llamado a seguir revolucionando los corazones. Hemos de acudir a nuestro Jordán y dejarnos ganar  por  esa presencia del Dios Trinitario que es capaz de  transformar en buenos, nuestro malos deseos;  en generosidad nuestro egoismo; en perdón el odio; en alegría la tristeza; el miedo en seguridad, la dispersión en comunión y la guerra en paz.

Hemos de acudir a nuestro Jordán  si queremos  seguir los pasos del Maestro, el único que es capaz de llevarnos por caminos, ya viejos, pero que nos resultarán nuevos, de amor, paz y salvación... Por los caminos de Dios.

¡¡Feliz día del Bautismo!!

José Rodríguez Díaz



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