"... PARA SERTE FIEL TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA."
Y es que la Iglesia reflexionando y pensando, queriendo ser fieles a la Palabra de Dios y a la vida, al sufrimiento de los hombres y mujeres que andan en situaciones dolorosas en lo que respecta a mantener este compromiso, porque dicho sea de paso, es un compromiso que no solo se contrae con el otro, sino con la iglesia y toda la sociedad cuando lo que se ha celebrado en un matrimonio cristiano que es lo que a nosotros nos ha de ocupar lo cual no quiere decir que no deje de ser problema si no se ha celebrado el sacramento; el compromiso sigue estando ahí. La iglesia digo, intenta encontrar causas y motivos de esta separación que origina rompimiento y dolor en caso todos los casos.
Y nos preguntamos donde está el error, cual es el fallo? Una pareja que se ha querido tanto cuando eran novios y en los primeros años, que ha esperado con tanta ilusión a los hijos, que trabajan y son luchadores terminan por vivir en la infidelidad o instalados en un distanciamiento que les lleva a romper cualquier vínculo y los que tanto se amaron ahora no pueden soportarse, y aparece el divorcio. Claro, es lo mejor, pero que es lo que ha pasado? De entre otros fallos yo me he fijado en uno que me parece fundamental. El fallo o la carencia está, creo yo, bueno uno de ellos, en que el matrimonio no es algo estático, para tener hijos, satisfacer necesidades afectivas y ya está. eso hace que empiece a vivirse no como una alegría que ilusiona, sino como una carga cada vez mas pesada de la que se busca de alguna forma u otra escapar. No, el matrimonio pienso y creo, es para crecer juntos en el amor y eso es lo que le libra de la monotonía, del cansancio, de la imposición, del terminar siendo uno el que manda y el otro el que obedece, eso es lo que le libra del descontento callado, pero a fin de cuentas descontento.El libro de Génesis nos habla de compañía, de igualdad, de sentimientos comunes y afines, de individualidades que camina juntas apoyándose el uno en el otro creciendo el uno en el otro y cuando esto no se da, me atrevo a decir, el proyecto se viene abajo, se resquebraja, no hay gozo y está abocado al sufrimiento.
Jesús acepta la solución de Moisés, pero no olvida y recuerda que el proyecto de Dios para la unión entre el hombre y la mujer, va mas allá de la meta que en muchas ocasiones, la misma pareja se ha propuesto y que está llamada a descubrir, es algo mas que besos y caricias, mucho mas. Es vivir un amor que les ha sido dado y que está llamado a llevarles a la plenitud como personas e hijos de Dios. A vivir, pertenecer juntos y entrar en el misterio del Dios Trinitario.¡¡Feliz día del Señor!!
José Rodríguez Díaz
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