sábado, 7 de octubre de 2023

LA PALABRA DEL DOMINGO . DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO . CICLO A

"... UN CANTO DE AMOR  A SU VIÑA"



 El texto del evangelio de este domingo que se nos da para reflexionar es el final del capítulo 21  de San Mateo en donde descubrimos que Jesús sigue hablando a los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo. Ya la semana pasada veíamos como lo hacia con la parábola de los hijos que fueron enviados por el padre a trabajar en la viña. Inmediatamente les sigue hablando con esta otra parábola  de hoy que trata de un señor que arrienda su viña. Lo que en esta ocasión les dice  no les resulta nuevo pues ya Isaías, como podemos comprobar en la primera lectura, habla de ello con " el canto en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña" . Jesús, con  mucha habilidad pedagógica les implica como jueces en ambas parábolas. De esta forma les invita a reflexionar y a darse cuenta de que  es a ellos mismos a quienes está hablando, son ellos los arrendatarios que quieren   quedarse con la viña  usando malas artes  hasta el extremo de  llegar a la muerte. De esta forma Jesús  les tiende la mano  invitándoles al cambio, si no, van a quedar sin nada, se les quitará todo  y será dado a otro pueblo. También está reivindicando que  el Padre sigue actuando en la historia y lo hace citando el salmo 118 que habla de la piedra angular. Terminan por comprender que se  refiere a ellos y quieren echarle mano  pero no se atreven por miedo a la gente que tienen a Jesús como un profeta.

La reflexión puede ir por el cuidado que Dios tiene para con todos y cada uno de nosotros y cómo nosotros no respondemos en muchas ocasiones con el fruto esperado y pretendemos quedarnos con todo lo que le pertenece.  El amor que Dios nos manifiesta de miles formas y manera es  a veces respondido con actitudes que como los agrazones dejan mal sabor de boca y no miramos  la vida como la gran oportunidad  de  encontrar a Dios en ella sino que en muchas ocasiones y como ya sucedió según nos cuenta el relato del Génesis, Dios es un estorbo  para nuestros planes y arañamos la existencia pretendiendo quedarnos con todo, hasta con su voluntad  pensando que estamos en lo cierto, que lo nuestro es  lo valido, cuando en realidad nos estamos hundiendo cada vez mas en el egoísmo, la ambición, el desprecio y la  irreverencia. Pero Dios sigue actuando y sigue suscitando entre nosotros piedras angulares que nos invitan a  parar, a reflexionar, a preguntarnos donde estamos y pone ante nuestros ojos  nuestro comportamiento, nuestra vida y lo descubrimos  y lo sabemos, pero  estamos, a veces, ya tan endurecidos, que  buscamos la excusa para seguir  haciendo lo que queremos aunque sabemos que es lo incorrecto. ¡¡Que Dios sigua teniendo misericordia, no se canse de nosotros y no nos quite  el Reino de los cielos ¡

 Otro apunte mas es que  los muchos años, la sabiduría acumulada, los cargos importantes, pueden ser y son, un peligro que impiden ver y aceptar la acción que de Dios pone ante nuestros ojos y que nos resistimos a aceptar.

¡¡Feliz día del Señor!!

 José Rodríguez Díaz




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