sábado, 25 de febrero de 2023

LA PALABRA DEL DOMINGO. DOMINGO PRIMERO DE CUARESMA.CICLO A.

 ME INVOCARÁ Y LO ESCUCHARÉ

Los textos que se nos ofrecen para este primer domingo de cuaresma nos ponen ante  nuestra propia y humana realidad , ante nuestra debilidad y tentación, ante  nuestra libertad de escoger y el deseo de dominio, ante nuestra fragilidad sometida y veces engañada,  por un afán de libertad que termina  siendo prisión.

También quieren ayudarnos a reflexionar  sobre cual es el sendero de nuestra libertad, que no consiste en hacer lo que uno quiere, sino en saber escoger el camino que nos potencie como  humanos, como criaturas  que necesitan la ayuda y la fortaleza de Dios. Nos ofrecen  y señalan  el camino de la libertad que no es  sometimiento sino reconocimiento de nuestra condición indigente y necesitada ante el afán de  desentendernos  de Dios y de todos  enroscándonos en nuestro  egoísmo, anulando toda capacidad de encuentro con Dios y con los hombres.

Ya la primera lectura del libro del Génesis apunta a ello cuando nos hace reflexionar sobre la  tentación perenne que  con frecuencia se cuela en nuestra vida y que no es otra mas que prescindir de Dios porque yo soy mi propio dios.


 El texto del Evangelio nos  señala cual es el camino  para vencer ese deseo de  egolatría , de dominio y ambición que  con frecuencia  se presenta ante el hombre de forma  tan sutil y  reivindicativa que nos deslumbra y entontece. La Palabra de Dios es la medicina ante el ímpetu que muestra  este afán de  querer dominarlo y someterlo  todo, hasta Dios, y la oración reflexión. Jesús  nos señala el camino a seguir: La palabra de Dios puesta en la vida y hecha norma de conducta. De lo que se trata es de liberarnos con ella de nuestros afanes y deseos de  dominio y suficiencia. El hombre no se  salva  a sí mismo, el hombre necesita ser salvado. Eso  hemos de tenerlo bien claro.

Y hay que estar al tanto porque la sutileza con la que se presenta  esta situación en nuestra vida no es  nueva  e intenta confundirnos presentándose como algo bueno y agradable, como algo  apetitoso y que engrandece al hombre, cuando no es así. A Jesús se le reta con el: " Si eres hijo de Dios"  De sobra sabe el maligno que el es Hijo de Dios y  Jesús no tiene  que demostrárselo haciendo lo que le pide. Jesús se lo demuestra haciendo lo que Dios quiere y llevando adelante la obra que se le ha encomendado a pesar del hambre, de la pobreza  o de la ignorancia de los hombres por las que esta pasando. No se trata de sustituir a Dios, no, sino de  que Dios ocupe el lugar que le corresponde en la  existencia, en el devenir de los días, en la historia del hombre.

El texto de Pablo, la segunda lectura,  nos  remite al sometimiento de Cristo al Padre que es quien le da la victoria y no solo a el, sino a toda la humanidad   y por quien llega la vida al hombre que  ha vivido y  aún en muchas ocasiones vive, su desnudez,  cuando quiere o a  querido ser la fuente de su ser.

La Cuaresma vivida desde ahí se nos presenta como la fuerza de Dios para  saber  situarnos ante nosotros , ante los demás, ante la vida, ante el mismo Dios.

¡¡FELIZ CUARESMA!!

José Rodríguez Díaz 

    

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