DOMINGO SEGUNDO DESPUÉS DE NAVIDAD.
Es Jesús que vive en el seno del Padre quien nos lo revela y quien revelándonos nos ofrece la oportunidad de sentirnos miembros de la familia trinitaria, hijos. La filiación se traduce en salvación, recibiendo gracias tras gracia pudiendo permanecer en el misterio del Dios que en el Hijo y con la fuerza del Espíritu, se entrega, se da a los que abren el corazón para recibirle.
Jun. 1, 1-18
RECIBIENDO GRACIA TRAS GRACIA
Nos encontramos este domingo con el prólogo del Evangelio de San Juan en donde hace una reflexión de quien es Jesús, su procedencia y el bien que aporta a todos los que le aceptan y creen en El.
Jesús como Palabra de Dios, palabra creadora, es capaz de seguir creando y renovando todo, seguir salvando, eso es lo que se nos dice y todo ello en el proceso de acompañar a los hombres a quienes se nos va manifestando hoy por medio de aquellos que sintiéndose llamados le anuncian y lo ofrecen al mundo, a la creación entera, a todos.
Jesús como Palabra de Dios, palabra creadora, es capaz de seguir creando y renovando todo, seguir salvando, eso es lo que se nos dice y todo ello en el proceso de acompañar a los hombres a quienes se nos va manifestando hoy por medio de aquellos que sintiéndose llamados le anuncian y lo ofrecen al mundo, a la creación entera, a todos.
El paso siguiente ya es personal y se trata de que aquellos que oyen y ven, sean capaces de aceptar y dejarse ganar por la presencia de esta Palabra hecha carne que es Jesús y, desde ese momento, va ser El mismo quien se encarga de todo lo demás enviando el Espíritu y posibilitando que los que le reciben puedan sentirse , llamarse hijos e invocar a Dios como Padre que es.
Es Jesús que vive en el seno del Padre quien nos lo revela y quien revelándonos nos ofrece la oportunidad de sentirnos miembros de la familia trinitaria, hijos. La filiación se traduce en salvación, recibiendo gracias tras gracia pudiendo permanecer en el misterio del Dios que en el Hijo y con la fuerza del Espíritu, se entrega, se da a los que abren el corazón para recibirle.
De esta manera Juan nos explica el misterio de la salvación que parte de la voluntad primera de Dios pero que también necesita de la voluntad, de la libertad del hombre.
Todo es amor, todo es gratuidad, todo esta llamado a fundirse en ese amor por el que Dios se abaja, se entrega y por el que sigue recreando el mundo y a todo hombre, transformando y dando sentido y razón a nuestra existencia.
Todo es amor, todo es gratuidad, todo esta llamado a fundirse en ese amor por el que Dios se abaja, se entrega y por el que sigue recreando el mundo y a todo hombre, transformando y dando sentido y razón a nuestra existencia.
El es la plenitud y en el hallamos la plenitud de nuestra vida y nuestro amor si sabemos permanecer en el misterio que se nos revela y se nos da por medio del Hijo Amado con la fuerza del Espíritu.
¡¡Feliz domingo segundo de navidad!!
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