sábado, 5 de octubre de 2019

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C.
Luc. 17,5-10
   
POR DONDE ANDA NUESTRA FE

       En el texto del evangelio de este domingo los  apóstoles acuden al Señor haciéndoles una petición , le dijeron: "auméntanos la fe " y, como siempre, la respuesta  de Jesús  nos resulta desconcertante y como fuera de tono . Se hace necesario pararnos a reflexionarla para encontrarle sentido y lógica a la respuesta que les da.
Les reprocha no tener ni pizca de fe  y a continuación les habla del criado que trabaja en las labores del campo  y de sus obligaciones para con el amo. El criado  esta al servicio del amo y el amo es el que puede darle dádiva o no, de todas formas se trata de que el criado cumpla con sus deberes como tal y  estar agradecido.
 La fe  es un don, un regalo de Dios al hombre. No se tiene mas fe porque se trabaje mas y mejor que los otros, porque se rece mucho , se vaya todos los días a misa e inclusive,  hagamos  copiosas limosnas.
 La fe se tiene o no. Es aceptación de Dios en todas las dimensiones de nuestra existencia, que lo envuelve todo, que lo llena todo, que da sentido a todo lo que hago.
 Es don de su presencia  que Dios deja caer en el corazón de todos los que le buscan en fidelidad, no para presumir, sino para servir con sencillez,  nos coloca en el lugar que nos corresponde pues allá
 en lo mas interior de nuestro corazón  sabemos quien es el que actúa en nosotros, quien nos mueve y quien nos conduce  en nuestro cotidiano caminar.
Es ese sentirse instrumento en las manos de Dios , (Recuerdo  a San Francisco de Asís  cuya onomástica celebrábamos ayer, que le pedía al Señor " Hazme instrumento de tu paz". Recalcamos el hazme, ese hazme tu, que estaba en sus labios, porque el sabia  que  sólo no era capaz. 
 Al ver las obras que el Señor hace  por nosotros  saber que es su obra , que nosotros somos solo sus instrumentos,  que " Somos  unos pobres siervos, y hemos hecho lo que teníamos que hacer."
La fe si se pide que no sea para presumir y  pensando exclusivamente en nuestro provecho personal, solo en nuestro salvación. La fe si es pedida  ha de ser para servir.
Servicio, disponibilidad, humildad, paciencia, ternura, y mas... son signos de un corazón creyente y rendido a su Señor. La fe nos debe llevar al amor de Dios y al de los hermanos. Servir a los hermanos con Dios y a Dios con los hermanos. 

¡¡ Feliz día del Señor!!

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