EL AMOR DE CRISTO NOS APREMIA.
Hoy celebramos al patrón de Nuestra parroquia, San Antonio María Claret que, como todos sabemos, es patrono con la Virgen del Pino de nuestra Diócesis.
Hoy estamos de fiesta y este año quiere ser fiesta misionera especial pues, como todos sabemos, nuestro Santo fue misionero en nuestra isla de Gran Canaria. Además, el papa Francisco nos ha pedido que en este mes de octubre , que es el mes de las misiones, prestemos especial atención a ello.
Y en esto andamos y queremos andar y junto con la alegría que siempre supone una fiesta no queremos olvidar que estamos llamados en nuestra diócesis a guarda la memoria de nuestro patrón e ir haciendo realidad en nuestra vida de fe el talante misionero que le motivo y movió.
La frase que encabeza esta pequeña reflexión es el lema que San Antonio tenia a la hora de vivir y anunciar el evangelio. Que también a nosotros nos apremie el amor de Cristo y sea el acicate que mueva toda la vida de nuestra parroquia. Hacia dentro, en la convivencia, en la acogida, en el vivir la palabra, en la oración y hacia fuera a la hora de relacionarnos con aquellas personas con quienes nos vemos cada día, en la calle, en el trabajo o en los lugares de ocio. El talante misionero ha de ser nuestra bandera.
Que estas jornadas transcurran con alegría, nos despierten la ilusión , refuercen nuestro ánimo y nos sirva como nuevo impulso para seguir en el empeño de anunciar la Buena Noticias a todos.
¡¡Felices fiestas!!
Hoy celebramos al patrón de Nuestra parroquia, San Antonio María Claret que, como todos sabemos, es patrono con la Virgen del Pino de nuestra Diócesis.
Hoy estamos de fiesta y este año quiere ser fiesta misionera especial pues, como todos sabemos, nuestro Santo fue misionero en nuestra isla de Gran Canaria. Además, el papa Francisco nos ha pedido que en este mes de octubre , que es el mes de las misiones, prestemos especial atención a ello.
Y en esto andamos y queremos andar y junto con la alegría que siempre supone una fiesta no queremos olvidar que estamos llamados en nuestra diócesis a guarda la memoria de nuestro patrón e ir haciendo realidad en nuestra vida de fe el talante misionero que le motivo y movió.
La frase que encabeza esta pequeña reflexión es el lema que San Antonio tenia a la hora de vivir y anunciar el evangelio. Que también a nosotros nos apremie el amor de Cristo y sea el acicate que mueva toda la vida de nuestra parroquia. Hacia dentro, en la convivencia, en la acogida, en el vivir la palabra, en la oración y hacia fuera a la hora de relacionarnos con aquellas personas con quienes nos vemos cada día, en la calle, en el trabajo o en los lugares de ocio. El talante misionero ha de ser nuestra bandera.
Que estas jornadas transcurran con alegría, nos despierten la ilusión , refuercen nuestro ánimo y nos sirva como nuevo impulso para seguir en el empeño de anunciar la Buena Noticias a todos.
¡¡Felices fiestas!!
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